Los de Gustavo Raggio empezaron a dominar el partido desde el minuto uno y llegaron al primer tanto antes de los 15 minutos del primer tiempo. Preciso pase a Tonarelli que no perdonó y estampó el primer tanto del juego.
Luego de esa emoción, el Pulgón se relajó y el Picapiedras levantó su nivel pero no era claro en los metros finales. Finalizó parejo el primer tiempo y los locales salieron con confianza a disputar el segundo.
En la segunda mitad los locales dijeron presentes y en un lapso de 7 minutos Arnold le dio vuelta el partido a 9 de Julio. Pablo Pereyra y Agustín Gigli respectivamente anotaron para los de Darío Escobar.
Baldazo de agua fría para el último campeón que no reaccionaba. Raggio eligió poner a Tarnavassa que no estaba al 100 por ciento pero la apuesta le salió bien al entrenador. El joven futbolista empató el partido y sobre el final asistió a Tonarelli para llevarse el encuentro 3 a 2.
EL COLOR DE LA NOCHE
La gente de Arnold copó la cancha y recibió al equipo con una verdadera fiesta después de 25 años. El Picapiedras estuvo a dos minutos de quedarse con un empate valiosisimo.