EL 2019 VIENE ASOMANDO…

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Entrados ya al último trimestre del año, el 2019 -fecha señalada como escenario de trascendentales batallas electorales en la Nación, la Provincia y la Ciudad- aparece como cada vez más cerca.

Atento a ello, y como es lógico, las distintas fuerzas políticas y sus figuras representativas comienzan a definir sus movimientos, que, aunque lo disimulen, hace tiempo vienen proyectando.

Vamos a referirnos a cómo se están moviendo ya algunas piezas en este tablero, a nivel local.

Desde el oficialismo, es un hecho que el actual Intendente Juan José Sarasola se presentará nuevamente como candidato procurando su reelección, y a través de ella  ejercer un nuevo período como máxima autoridad política de la Ciudad.

Sarasola basa su pretensión en lo que considera una buena gestión durante estos casi tres años, con la concreción de obras y mejoras en Casilda, y apostando a que en el resto de su mandato podrá presentar ante los vecinos nuevas obras que, sumadas a las ya realizadas, le puedan otorgar un nuevo voto de confianza por parte de la ciudadanía, y repetir como Intendente por cuatro años más.

Es cierto que los complicados tiempos que corren en materia económica ha ensanchado la dimensión de los aportes que puede acercarle el Gobierno de la Provincia, pero de todos modos confía en que algunos de los proyectos que tiene en carpeta podrán concretarse.

Siendo esto así, con Sarasola candidato, no habría internas dentro del Frente Progresista, ya que todos se encolumnarían acompañando al actual Intendente en su postulación para un nuevo ejercicio. Lo acompañarán radicales (quizás no todos los radicales), socialistas (quizás no todos los socialistas), militantes de la Democracia Progresista y del ARI, e independientes satisfechos con la gestión, o dispuestos a darle otro período para que despliegue su acción de mando político sobre la Ciudad.

Con respecto a la lista de candidatos a Concejales, la encabezaría María Celina Arán, la hasta hace unos meses Secretaria de Desarrollo Social del Municipio.

Así se lo habría prometido Sarasola en ocasión de una reunión que mantuvieron cuando el Intendente le comunicó su decisión de desplazarla de su cargo, ofreciéndole asimismo en ese mismo momento un lugar dentro de la Agencia de Desarrollo del Sur Santafesino, donde Arán se desempeña actualmente.

Hace unos días, y luego de mucho tiempo, se realizó una reunión en el Comité de la UCR local, de la que participaron algunos militantes, y a la que no asistieron ni el Intendente Sarasola ni los Concejales Plancich y Zanetti. En dicho encuentro –además de decidir algunos temas más prosaicos como algunos arreglos  de albañilería en el local partidario- se mencionó la candidatura de Sarasola, manifestando los presentes que el partido no había sido aún comunicado de la misma, como así tampoco de la candidatura de Celina Arán como número uno en la lista de candidatos a concejal.

Con la dinámica que los caracteriza, los radicales solucionaron el tema de una manera poco conflictiva: citaron a una nueva reunión que se realizará los próximos días, y a la que se invitará de manera expresa al Intendente…

Por el lado de la oposición, hay un dato indiscutible: el peronismo no pudo ni puede digerir la derrota de 2015, que derivó en que perdieran el gobierno de la Ciudad luego de 28 años, y en manos de un radical aliado a socialistas y democrátas progresistas. Es una espina que tienen clavada desde entonces, y que se desvelan por quitarse en 2019.

También hubo reunión por ese lado: el Senador Eduardo Rosconi, la Diputada Provincial Claudia Giaccone, y los Concejales Pedro Sanitá y Andrés Golosetti coincidieron en algún lugar para hablar de lo que viene. Ausente -con o sin aviso-, Roberto Meli, quien sin embargo parece ser fue puesto en autos de lo tratado.

La idea del justicialismo es reeditar la estrategia que utilizaron el año pasado en momento de las elecciones a concejales: una gran interna peronista, donde vayan todos los sectores, y que determine el candidato a Intendente.

De ese modo, irían a esta interna del PJ todos: el rosconismo, el giacconismo, el kirchnerismo (divido en dos grupos en Casilda, al menos hasta el momento), el peronismo federal, los renovadores. El precandidato más votado, será el candidato justicialista a Intendente en las elecciones generales, y todo el peronismo lo respaldará.

En cuanto a listas de concejales, del mismo modo participarán de la interna y de acuerdo a la cantidad de votos, quedará determinada la lista definitiva.

Pero no queda allí la cuestión. El peronismo local agregaría una jugada más. Se habrían producido primero algunos tanteos, luego algunos diálogos informales y más tarde algunas reuniones más firmes, para agregar a la Fuerza Popular Casildense a la cruzada de quitarle en las urnas la Intendencia a Sarasola.

¿Cómo? ¿El peronismo y la izquierda unidos? Estimados lectores, como alguien dijo alguna vez, «la política es el arte de lo imposible»...

La Fuerza Popular viene creciendo en la Ciudad de manera sostenida, y en las elecciones a Concejales de 2017 hicieron una excelente votación. Si se suman, y si el peronismo recupera el Municipio, algunas Secretarías de ese eventual gobierno estarían asignadas a esa agrupación. Quizás, por ejemplo, Desarrollo Social.

Quedan dos dudas.

Una de ella, que hará Cambiemos. ¿Se animará Viru Yualé a intentar el salto del Concejo a la posibilidad del Ejecutivo? El justicialismo, siempre hábil a la hora del conteo de votos hipotéticos, ruega que lo haga: consideran que esos votos serían votos que no irían a Sarasola, lo que terminaría beneficiándolos.

La otra, más difusa, aunque tiene nombre y apellido: Pablo Tomat. Él ha manifestado que si Sarasola va como candidato, acompañará. Pero en caso que no sea Sarasola, daría un portazo a la actual gestión e intentaría su propio proyecto. Bien, Sarasola va, pero de todos modos habría que estar atentos a los próximos movimientos del socialista Secretario de Gobierno de la actual gestión.

Todo lo anterior, en potencial. En política todo puede cambiar, y mucho más en Casilda.

De todas formas, ya la respuesta de los políticos ante la pregunta de qué harán en 2019, respuesta tantas veces expresada en términos de «falta mucho», es cada vez más acotada. El 2019 está ahí nomás, a unos días del calendario. Y lo que presentará en materia política será, al menos para quienes miramos desde afuera, seguramente apasionante.

 

Por GUILLERMO MONCLÚS