A UN MAESTRO
Muy bien sabe, maestro
Que a usted le debo la orfandad de mis notas
Mis manos como alas en la guitarra
Las melodías del pasado
La quebrada vos de mis horas
La transmutación del sentimiento hecho arte
La divinidad jónica que roza mis acordes
He crecido (ya lo ve)
Todos lo hacemos
Pero sigue intacto en mí ese adolescente curioso
Al que alguna vez usted supo enseñar
Por BRUNO THEILIG – Extraído de su libro «BOCETO»