BUENOS DÍAS A LOS INGENUOS
Buenos días a los ingenuos.
A quien tiene el corazón hablando fuerte, como los niños.
A quien ve lo mejor en todo y al otro, al que se esfuerza para lograrlo.
A quien trata de ver un gesto rescatable aún en ese que hace mal.
A quien está herido, por ingenuidad, en su confianza.
Buen día a quien se esfuerza por entender y justificar aún esas cosas injustificables.
A quien soporta más de lo que debiera.
A los inocentes, que no saben de picardías convenientes.
A los que vuelven, cansados de pensar mal, a ser crédulos y cándidos, como chicos.
A quien quiere confiar y no puede.
Buenos días a quienes no tienen mapas, ni planos ni estrategias, solamente las ganas de creer. En algo, en alguien.
Buen día a aquel que mira a los ojos con candor y esperando, aunque duela, la verdad.
Por MARÍA ROSA INFANTE