Es muy común que el deporte traiga aparejado consigo cosas más que positivas y aunque los tiempos cambian sigue siendo una de las herramientas más efectivas para una sociedad a veces un tanto golpeada por el egoísmo y la falta inconsciente o no, de opciones.
Lo cierto es que las buenas noticias son un hecho, una iniciativa que tiene como objetivo el deporte inclusivo se hace cada vez más fuerte en nuestro país. El paravoley es una disciplina que desciende del voley convencional y en la cuál quienes lo practican lo hacen sin despegar los glutos del piso y con una red que llega aproximadamente a los dos metros.
Ejemplos de personas con problemas motrices o con amputaciones, son protagonistas en el también conocido Sitting Voley. Jugar sentado, pero jugar a fin, divertirse, tener una actividad recreativa a disposición y empezar a trazar puentes más que diferencias, es el objetivo máximo de esta actividad.
En Casilda, Melisa Angles, una profesora de Educación Física que aunque no nació aquí, se sienta una ciudadana más de esta localidad, es referente máxima de Paravoley y hasta integra el cuerpo técnico de la Selección Nacional Masculina de dicho deporte.
En dialogó con Una Buena Tarde, programa emitido por Radio Casilda, Angles explicó: «El vóley es prácticamente mi vida, desde muy chiquita y el tema de la discapacidad siempre me hizo ruido, poder unir ambas cosas, es un sueño». Además, aseguró que «la actividad crece cada vez más, no sólo en Rosario, -que es donde habitualmente entrena-, sino también en todo el país».
Hoy el equipo nacional de paravoley no se encuentra con posibilidades de ser parte de los Juegos Parapanamericanos Lima 2019, aunque según la entrevistada: «Nos preparamos para llegar bien a Paris 2024». En Casilda un gran encuentro de este deporte se llevó a cabo meses atrás en la sede de Unión Casildense con un buen marco de público.
Cabe destacar que en la actualidad el paravoley es practicado tanto por mujeres como por hombres a pesar de que solo haya un seleccionado masculino. Desde el año 2017 que en Rosario, Melisa en conjunto con otros voluntarios llevan adelante un proyecto donde el entrenamiento adaptado brinda rayos de esperanza en personas que tal vez habían bajado la persiana respecto a posibilidades deportivas.