Aquél 24 de Febrero de 2017 quedará marcado a fuerza de pena e impotencia, de rebeldía y dolor, en toda nuestra zona y su gente. Ese día aciago, dos colectivos de la Empresa «Monticas» chocaron entre sí, dejando como saldo trágico 13 víctimas fatales, y muchas otras con secuelas físicas y psicológicas irreversibles.
Era la crónica de una tragedia anunciada. Fueron muchos, muchísimos, los reclamos de usuarios y vecinos que levantaron su voz, en los medios de comunicación, ante autoridades, firmando planillas, dando a conocer el deplorable estado en que los coches de la Empresa transitaban. Nadie los escuchó.
Luego del desastre -siguiendo la dinámica de correr detrás de las tragedias- el entonces Gobernador de la Provincia quitó a «Monticas» la concesión de sus viajes.
El tema pasó a una investigación judicial, de la que no ha habido hasta ahora resultados concretos.
Si hubiesen escuchado a la gente en su momento, es tragedia se podría haber evitado. No fue así. Quedó entonces, casi como un pedido, un consuelo, una esperanza, que las muertes y las lesiones de los pasajeros de ese viaje, el dolor de sus familias, la conmoción de toda la Comunidad, dejaran la enseñanza, a la hora de extremar todos los recaudos para, ahora sí, aunque tarde mirando para atrás, pero conducente mirando a futuro, nunca más se repita algo semejante.
La puesta en circulación de nuevos coches, una nueva concesión, una demorada oficina en la Terminal de Colectivos de Casilda, coches que siguieron dejando a la deriva en plenas rutas a sus pasajeros, fueron secuencias que se sucedieron luego de aquella jornada terrible.
De todos modos, no parece que se hubiese tomado debido aprendizaje. En algún momento, algunos pensaron que nunca ocurriría nada trágico, y se equivocaron, ya que la tragedia se consumó. Luego, cometen un error aún peor, si esto cabiese: pensar que nunca más volvería a ocurrir.
En la jornada de este martes, un colectivo de la Empresa «Santafesina», que partía de Casilda rumbo a Rosario, fue detenido por integrantes del Ente que dependiendo del Gobierno de la Provincia regula el transporte público de pasajeros.
Un neumático, específicamente uno delantero, presentaba fallas que hacían de extremo riesgo continuar los recorridos.
Por un lado, es de valorar el accionar de ese personal.
Pero por otro, caben las preguntas: ¿cuántos viajes realizó en esas condiciones ese coche? ¿Nadie lo advirtió antes? ¿No existe un control lo suficientemente riguroso como para detectar este tipo de situaciones a su debido tiempo?
El episodio despertó el lógico rechazo de la gente.
Y dejó una amarga convicción: ni siquiera de las tragedias, quienes deben aprender lo hacen…
Fotografía interior: Radio Casilda FM 91.1
