«POTENCIAL-MENTE», por JIMENA MESTRE

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CUIDADOS EMOCIONALES EN TIEMPOS DE CUARENTENA

La cuarentena por Coronavirus es el tema del momento.

Afortunadamente, gracias a los medios de comunicación y las redes sociales, mucho sabemos acerca de qué medidas son útiles para frenar el contagio, cuáles son los métodos de higiene correctos, así como los síntomas característicos del cuadro y otras cuestiones relacionadas al resguardo de nuestros cuerpos.

Desde mi área, me propongo complementar dicha información con algunas recomendaciones para llevar a cabo cuidados emocionales en tiempos de cuarentena.

Es bueno tomar a las emociones como aliadas, no como enemigas, debido a que les han permitido a nuestros antepasados vivir y sobrevivir. Ahora continúan teniendo la misma función: darnos un mensaje para que tomemos acción en pos de nuestro bienestar y seguridad.

Negarlas no ayuda en nada. Por el contrario, es tranquilizador saber que la turbulencia emocional es normal. Intentemos aceptarla temporalmente, sin quedarnos a «vivir» allí.

  • Aceptar implica nombrar qué emociones están surgiendo (sorpresa, miedo, tristeza, etc.) y observar en qué parte del cuerpo las estamos localizando.
  • Siendo conscientes de esto, lo recomendable es respirar profundo y permitirnos expresar lo sentido (llorar, contarle a otros lo que vivenciamos, hacer actividad física, etc.).
  • Recordar que todo lo que sentimos es pasajero y cambiante.

En cuanto a los pensamientos, evitemos catastrofizar.

Como somos seres integrales, es habitual que nuestra mente cree historias en sintonía con lo que sentimos a nivel físico y emocional. Además, siempre interpretamos lo que vivimos de acuerdo a nuestra historia personal. Por ello, los pensamientos que solemos tener no son fiel reflejo de la realidad.

Cuando detectemos un pensamiento extremista (ejemplo: de catástrofe), tomémoslo como una opción entre tantas otras de lo que puede pasar, recordando que no es una realidad acabada, definida e inevitable.

No todo lo que aparece en la mente es verdadero. Hay distintas versiones de lo que puede llegar a pasar: consideremos todos los escenarios posibles.

Por otro lado, siempre es recomendable vincularnos con otros. Hoy en día no podemos de manera presencial, pero sí mediante llamadas telefónicas, videollamadas, mensajes de texto. Es buen momento para recordarles a nuestros afectos cuánto los queremos.

Cuidar de nosotros emocionalmente también implica aprovechar estos momentos para aprender una actividad que siempre nos gustó y no nos animábamos o podíamos, para retomar ese hobby placentero, para hacer esa formación que pospusimos por falta de tiempo, para volver a jugar, a crear arte, a conectar con viejos amigos, a demostrar afecto a quienes siempre están a nuestro lado (presencial o simbólicamente)…

Para terminar, les cuento que soy una fiel convencida de que todos tenemos algún don o potencialidad para brindar al mundo. ¿Cuáles son los tuyos? ¿De qué manera podés compartirlos con los demás para que atravesemos este momento de manera más amena? ¿Cómo podés, desde tu valioso lugar, colaborar?

Prevención en calma, siempre apostando a la salud integral.

 

Por JIMENA MESTRE, Licenciada en Psicología, Mat. 8309

 

 

 

 

Tratamiento de traumas, fobias, pánico.

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