«EL ROL DEL VOLUNTARIADO», por LUCRECIA MARTINI

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EXTRAÑAS CRIATURAS 

MÁS QUE VOLUNTAD, EL ROL DEL VOLUNTARIO EN EL PROTECCIONISMO ANIMAL Y EN LA SOCIEDAD

Esta es una invitación a los voluntarios, voluntarias especialmente, ya que en su gran mayoría somos mujeres las que llevamos adelante la protección de otros animales. Los convoco a recordar cual es el momento que los acercó a un animal y luego, casi sin proponerlo, se vieron trabajando como voluntarios independientes o formando parte de una agrupación. Piensen cual es el animal y el hecho que motivó ese primer acercamiento.

En mi caso fue un cachorro galgo que se cruzó en mi camino y detuvo la marcha de la moto que en ese entonces conducía por calle Washington al 2000, pleno centro de la ciudad de Casilda. Muchos vecinos o transeúntes también detuvieron su paso, aunque no sé por qué ese día ese cachorro asustado solo recibió mi ayuda, nadie podía hacerlo según decían.

No recuerdo con exactitud ni el año, ni el día, ni el mes, solo que hacía frío, porque llevaba una campera blanca del trabajo, en aquel entonces me desempeñaba como cronista para una productora local de radio y TV. Campera que vomitó minutos más tarde el cachorro marrón claro, de orejas y patas largas, el movimiento de la moto y el susto colaboraron para que ocurriera. Buscando, una cuidada libreta veterinaria confirma que Mateo, así lo llamé al cachorro, había aparecido en mi vida en agosto de 2005.

Ese es el momento que marca una inflexión, un antes y un después en mi voluntariado y en el proteccionismo. Había entrevistado en reiteradas oportunidades a las mujeres que en ese entonces formaban la Protectora de animales en nuestra ciudad, hasta que me encontré yendo a la plaza con ellas, para ver si Mateo conseguía un hogar que nunca llegó. Mateo pasó a formar parte de mi familia junto a Fidel y a Ceferino, otros encontrados abandonados años antes.

Es importante mencionar y reconocer que la problemática animal, de perros y gatos o fauna urbana como la conocemos, y su abordaje no aparecen cuando llegamos nosotros, hay un camino recorrido, con errores y aciertos de otros que nos anteceden y será nuestra experiencia para otros que vendrán. Los voluntarios somos ciudadanos comunes que hemos decidido cambiar la queja por la acción en una sociedad que nos interpela con obligaciones y derechos.

Pensar el voluntariado y proteccionismo animal nos lleva a mencionar a figuras de la historia argentina como Domingo Faustino Sarmiento, Bartolomé Mitre, Rafael Albarracín y Juan Domingo Perón, por el contexto de cada época, todos hombres en los comienzos de la actividad. Tema que dejaremos para otra columna y que pueden adentrarse leyendo en “Los perritos bandidos” de la autora Silvia Urich.

Con los años hemos aprendido que para ser voluntario hace falta más que voluntad. Es necesario organización, formación y capacitación constantes. La actividad voluntaria no significa reemplazar ni cubrir o encubrir falencias del Estado, por el contrario, debe denunciar y gestionar con argumentos cuando éste no cumple con sus obligaciones. La labor voluntaria no es beneficencia, aunque a veces se confunda, es interacción con el otro y la problemática, que a través de las palabras y las acciones, logre entre todos los actores sociales transformar o cambiar parte de la realidad.

Los voluntarios, independientes o agrupados, más allá de nuestros egos y prejuicios, debemos trabajar para que lo aprendido sea sostenible en el tiempo, que deje una enseñanza, que trascienda más allá de nombres o instituciones. Hace falta más que voluntad, responsabilidad social y compromiso del voluntario y de los profesionales y funcionarios que han entendido y aún están a tiempo de hacerlo, que una sociedad es parte del trabajo conjunto y organizado de todos, que es posible.

Por mi parte, sigo trabajando de manera voluntaria y formo parte de la Protectora de animales Casilda, con la convicción y la experiencia desde Mateo a esta parte, de entender que siempre estamos a tiempo de cambiar nuestra queja por una acción.  Hasta la próxima.

 

Por LUCRECIA MARTINI . Licenciada en Comunicación Social / Proteccionista