DE LOS 10 RESIDENTES DEL GERIÁTRICO DEL HOSPITAL, SÓLO 5 FUERON RECIBIDOS EN LA RESIDENCIA AVELINO LOTTICI

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Ante la pandemia de Covid 19, y considerando que los institutos geriátricos deben ser especialmente preservados, desde la Dirección del Hospital Provincial «San Carlos» se comenzaron gestiones para poder trasladar a los residentes del Geriátrico que funciona en el nosocomio, a modo de prevención, fueran trasladados a la Residencia «Avelino Lóttici».

El traslado de los residentes tendría el carácter de extraordinario y de provisorio. Es decir: por la pandemia, y mientras la misma perdura. Una vez superado el trance, volverían a su hogar.

Sin embargo, el tema se complicó con el pasar de los días. A tal punto, que de los diez, en este momento sólo cinco fueron trasladados a la remozada Residencia de Ruta Provincial N° 92.

De los otros cinco, pese a las gestiones, su traslado no se ha cumplimentado. En tres de los casos, por no ser afiliados a PAMI, se decidió su traslado a un geriátrico de la Ciudad de Rosario, con el consiguiente impacto de desarraigo y de separarlos de quienes conviven con ellos cotidianamente, lo que se ha demorado por una circunstancia puntual de salud de uno de ellos.

Los otros dos casos, si bien afiliados al PAMI, por llegar a tener 60 años cumplidos y por caracaterísticas especiales en cuanto a capacidades diferentes, tampoco han sido aún aceptados en la «Avelino».

Un nuevo disparate del PAMI, que remite a lo ocurrido en su momento, allá por el año 2014, cuando la Residencia, en medio de confusas versiones, decidió trasladar a todos sus entonces residentes y desperdigarlos por la Provincia, lo que luego se remedó con el alquiler por parte de la gestión municipal de entonces, en mano de Juan Carlos Bacalini, de una vivienda en la zona urbana de la Ciudad.

Si bien las normativas invocadas para impedir su ingreso a la Residencia existen, resulta lógico suponer que dado el carácter de extraordinario del traslado ante la excepcionalidad de la situación, y que se trata sólo de un tiempo, se podría haber obrado con ese carácter de excepcionalidad y recibirlos.

No es un dato menor, que luego de la remodelación, la Residencia posee lugar y camas más que suficientes para poder albergarlos a todos, y que el Hospital «San Carlos» dispuso que personal propio colaborara con la atención de los residentes trasladados.

Hasta el momento, y pese a los esfuerzos y gestiones de los Directores del Hospital y de su Consejo Asesor, y de funcionarios políticos de la Ciudad y la Región, todo intento ha resultado vano.

Decisiones tomadas desde lejanos despachos oficiales situados en la Capital Federal, que desconocen realidades locales y más aún circunstancias personales que hacen a la necesidad de una mirada humanitaria, consuman una decisión de todo punto de vista inexplicable.