El Canal Candelaria, ese que proviniendo de la Región cruza nuestra Ciudad, y qye potencialmente podría ser un curso de agua para hábitat de especies animales y vegetales, o incluso como recurso estético de Casilda, es permanentemente todo lo contrario: un lugar donde se arroja basura y desidia.
Durante este martes, ocurrió nuevamente una circunstancia lamentablemente habitual: las aguas del canal tomaron un color extraño. Así como en ocasiones es roja, verduzca o gris oscura, en la ocasión se tiñeron de un evidente color blanco.
Además, también habitual, el cauce es recipiente de todo tipo de residuos, desde papeles, latas, gomas de automotor, latas y plásticos. No es extraño que ese arrojen elementos de mayor porte, como carcazas de lavarropas o partes de muebles en desuso.