«LOS  PORTEÑOS  Y  LOS  BONAERENSES  NO  TIENEN  LA  CULPA», por ARMANDO CAVALIERI

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LOS  PORTEÑOS  Y  LOS  BONAERENSES  NO  TIENEN  LA  CULPA

Mi conjetura es clave.

Soy un argentino de 1938 y llevo muchos años gozando de ese privilegio. Nací en Casilda y moriré en ella, si el destino no me cambia el recorrido. No quiero hablar de regiones. La Patria es una, según  entiendo.

Muchas veces me pregunté y pregunto: ¿Qué enfermedad u obsesión es ésa, la de dibujar la bandera argentina y no sentir la emoción de verla ondear como quisiera? Me sucedía de niño. Rompía papeles y papeles sin  lograr el objetivo con el que pretendía una caricia patriótica del espíritu. Di con la rama de un árbol, delgada, larga y firme. Se la quité,  la clavé en la tierra y  a falta de roldana sujeté un alambre y pasé por ella un  hilo para izar  un paño a su semejanza. La gloria parecía  alcanzarme. Me venía con la intimidad de la sorpresa. La veía moverse empujada por el viento, allá,   encima de mi cabeza. El sol que le puse, era grande y emocionaba mi interior con su amarillo. ¿Qué enfermedad era ésa, que hacía de mí un humilde y ferviente admirador de un espacio donde Dios me echó?  Cuatro puntos: calor, frío,  viento y mar. Te amé y te amo. Quiero conversar contigo,  individual y celoso, dueño de una hipotética soledad que me hace único, para preguntarte :  ¿Qué pasó con Pedro de Mendoza, aquel primer adelantado y con Juan de Garay un porfiado Conquistador,  empeñado en ponerle un  nombre a la Capital?  El  punto, casi el mismo.  Tal vez imaginaron  que nunca crecería, una parada donde el español resguardaba sus galeones. El tiempo la hizo grande. El puerto se acodó sobre el borde del Rio de la Plata y allí se quedó por mucho tiempo. La forma de la provincia, panzona y entrando al río  daba para llevárselo  todo: costas, playas, tierras  y montañas. ¿Quiénes hicieron trazar los límites de esa inimaginable porción de tierra?  Arroyo del Medio  salvó a  Santa Fe, si no seríamos  todos bonaerenses. Pero siguieron pensándolo: ¿Y si le sacamos a La Pampa la mitad, a Córdoba el  riñón, a Santa Fe, el sur y  le damos un “pellizco” a Entre Ríos? No necesitamos más. ¿Para qué?   Con todo eso nos  hacemos una  Nación a la medida y conveniencia.  ¡No está mal…hay  leguas de campo para rato!  Y un paisano bruto, uno de ésos que no dice, pero piensa… ¡Y Artigas  peleando por  lo que nos pertenece…!    El “Viejo”, que siga soñando con otros puertos; nosotros ya tenemos uno.  Pero…   ¿la cordillera, la Patagonia , el norte  y los ríos del este?  Chile anda queriendo espacio. Hasta los indios le regalamos. Y por  entonces algo fue así.  A un estúpido e ignorante se le ocurrió decir: “El Pacífico para Chile , el Atlántico para Argentina”. Yo estuve en Puerto Natales:  era nuestro. Sentí  vergüenza.

Al  hacerse grandes, los porteños,  se volvieron  “culturosos”.  Todo era la Capital.  Y todo venía de allí. Los programas radiales-extraordinarios- Troilo, Fresedo, De Angelis, y muchos otros, nos sometían con cariño  a sus requerimientos. Sumisos, obedecíamos sin chistar. “Felipe” con Luis Sandrini, Héctor y su  jazz,  Pepe Iglesias “El Zorro” y si me pongo a nombrar, es para largo. “País Federal” dice la Constitución. Parece que ahora…

El interior… ¿qué opinaba?,  ¿con qué le quitaba espacio?  Me río y lo digo, porque  yo era uno de ellos: “Radionovelas” .  Sí señor. La gente inocente, la del trabajo de todos los  días  ¿Qué escuchaba? “El forastero que llegó una tarde” ,“Pido luz para mis ojos”, etc., y por varias horas nos olvidábamos de la Capital. ¿Y  si insistimos con lo nuestro? Radios, canales y otros medios de esta ciudad. Para ir acostumbrándonos. ¡Vamos Rosario, Santa Fe, Córdoba, Mendoza!  Dejemos de mirar a Buenos Aires. Hagamos del país, una suma de provincias. No nos quedemos en la pavada. Mejoremos el estilo. Hagamos de lo nuestro, lo mejor.

Y sintamos con orgullo que somos argentinos  y federales.

 

Por ARMANDO ABEL CAVALIERI – Escritor