El Dr. Paulo Rubio es médico especializado en terapias intensivas. Pese a su juventud, posee una larga experiencia y es muy reconocido por su capacidad profesional y su calidad humana.
El Dr. Rubio se desempeña como terapista en el Hospital Provincial “San Carlos”, del cual fue Sub Director. Esa tarea, siempre extrema, que implica una lucha cotidiana y muchas veces desigual a favor de la vida, se vio especialmente atravesada por la pandemia de Covid 19 que azotó al mundo, a nuestro país y también a nuestra Ciudad.
En diálogo con el Programa “Mañanas del Sur”, de FM 107.3, Paulo recorrió algunas de las muchas sensaciones que lo marcaron durante tal experiencia.
“Ahora estamos mejor, con una situación más relajada, tanto en lo que se refiere a los casos como en lo pertinente a ocupación de camas críticas. Pero vivimos momentos muy difíciles, de mucha angustia… De todos modos, no podemos decir que la pandemia ya pasó, debemos ser cautos y no abandonar los cuidados para protegernos”, dice el médico.
“Estamos habituados a pelearle a la muerte, a vivir situaciones extremas en la sala de terapia intensiva. Pero esto fue distinto a todo lo que conocíamos. Las características del virus, todo lo que tuvo y tiene que ver con él, resultó una experiencia inédita. Fuimos médicos, pero también acompañantes de los pacientes que no podían recibir a sus seres queridos”, apunta.
Co tono pausado, y por momentos con la voz quebrada por la emoción, el Dr. Rubio relata que “hubo momentos muy agudos, por ejemplo en un momento tuvimos internadas a madre e hija en la misma sala… Además, sabiendo que quienes ingresaban a terapia, tenían pocas posibilidades de poder sobrevivir… Dar la noticia del fallecimiento de un paciente a su familia siempre es doloroso, pero más aún cuando se trata de personas jóvenes, como ha ocurrido. O mirar de reojo si había camas disponibles, y caer en la angustia de pensar en la posibilidad de elegir quién ingresaba, lo que afortunadamente no llegó a suceder”.
Consultado acerca de si llegó a sentír miedo, Rubio expresa que “depende de cada uno cómo lo maneja… Cuando uno entra a la terapia, debe dedicarse a la atención de los pacientes, y no podemos permitirnos el miedo, porque paraliza… Pero no se puede negar que a veces el temor se apodera de uno, no tanto por uno mismo, sino porque pensamos en nuestras familias, en la posibilidad cierta de llegar a contagiarlos”.
Finalmente, Paulo dedica unas palabras al personal de salud: “Todos ellos estuvieron siempre, arriesgándose… Tuvimos en Casilda colegas que se han contagiado, que estuvieron internados, que incluso estuvieron graves… Todos ellos fueron quienes siempre estuvieron ofrendándose por la gente en medio de esta pandemia”.
Paulo Rubio, médico terapista. Otro de los héroes de esta historia llamada pandemia.
Como infidencia, relatar que ya terminada la nota en la que revivió tantos momentos agudos, Paulo pide disculpas a la periodista: «Perdoname que no te acompañe a la salida, necesito salir al patio y respirar…»
Puede respirar tranquilo, Doctor. Por haberlo dado todo, sin guardarse nada, en medio de una pandemia que todos queremos que ngrese definitivamente en el pasado.