EDITORIAL

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Ante las grandes cuestiones, unirse.

Ante los grandes desafíos, juntarse.

Ante la falta de respuestas, pedirlas y exigirlas juntos.

En ello, de esta forma, la política y los políticos han de poder redimirse ante la gente.

Es justamente la política –tan bastardeada, tan maltratada por propios y extraños- la herramienta maravillosa para encontrar soluciones a los problemas y  para cambiar para bien la vida de la gente. Un instrumento inigualable para encontrar salidas cuando todos los caminos y todas las puertas parecen cerrarse.

Lamentablemente no siempre es así. A veces la política se convierte en politiquería, y quienes actúan en su nombre aparecen en busca de un beneficio, posan para la foto, o politizan para mal las grandes causas, lo que se traduce en desmovilizar los reclamos.

El pasado sábado, un grupo de políticos de nuestra Ciudad dieron un formidable ejemplo en el sentido de poner la política al servicio de las causas colectivas.

Invitados por el Grupo de Vecinos Autoconvocados por un Transporte más Eficiente, los precandidatos a Concejales de Casilda se reunieron con ellos en la Vecinal de Barrio Alberdi (de lo que damos cuenta en nuestra Sección Noticias).

En un clima cordial y responsable, donde no faltó un mate circulando de mano en mano, los candidatos dialogaron con los organizadores, lo hicieron entre sí, cada uno de ellos dio su opinión, y del intercambio surgieron compromisos a futuro y acciones a desarrollar, más allá del resultado de las próximas elecciones. Hasta quedaron en seguir trabajando juntos a futuro, independientemente de ese resultado electoral.

El tema a abordar se trató, como es obvio, de la falta de respuestas luego de la tragedia de Monticas del pasado 24 de Febrero. De lo que se puede hacer, de qué manera, de cómo exigir esas respuestas representando a la gente, de cómo mantener una presencia constante para lograr que por fin el estado de situación cambie. Hasta se esbozaron algunas líneas para que el próximo 24 de Agosto –cuando ya las PASO se hayan realizado- organizar una jornada en homenaje a las víctimas a los 6 meses de aquél día dramático. Se habló de concientización. De insistir en requerir presencia en la Ciudad de funcionarios del área. De exigir Justicia.

Esa tarde, un grupo de jóvenes (que lo son), representantes de las distintas agrupaciones políticas, esos que competirán el 13 de Agosto, dialogaron como un grupo de amigos, involucrados en la problemática y con reales intenciones de colaborar y asumir un serio compromiso para resolver lo que está pendiente de ser resuelto.

No había allí cámaras ni micrófonos, salvo la presencia del autor de este Editorial y de un colega, que simplemente observamos lo que allí sucedía. No hubo de parte de nadie intenciones de figuración ni de obtener rédito alguno. Encontraron en esa reunión la meta y el motivo de su inquietud y de su intención.

Fue un soplo de aire fresco. Fue una muy buena iniciativa por parte del Grupo convocante. Y fue una acabada muestra de que, de ese modo, la política no sólo es útil a la gente, sino que se convierte en extraordinaria herramienta para intentar solucionar lo que haya que solucionar. Poniéndose de ese modo al servicio y cercana a la gente. En hora buena.