A 26 años del asesinato del periodista José Luis Cabezas, su hermana Gladys mantuvo contacto con Radio Del Sur FM 107.3, a través del programa radial Mañanas Del Sur, y habló sobre el caso, el recuerdo de su hermano y la liberación de los asesinos.
Escuchá la nota completa:
CARTA DE GLADYS A JOSÉ LUIS LEÍDA EN EL ACTO HOMENAJE DE ESTE MIÉRCOLES:
Querido hermano: Hoy quiero hablar con vos y contarte que estamos recordándote, acá en Pinamar como todos los años.
Hoy 26 años ¡qué locura!. Siento que fue ayer cuando con los viejos, nos enterábamos por la radio que habían encontrado calcinado y esposado a un reportero de la Revista Noticias.
«Por Dios, es mi hijo», decía mami. ‘»No puede ser», decía papi.
Tu sobrino Sebastián, mi hijo, con solo 9 años salió gritando a la calle: «Mataron a mi tío».
Cuánto dolor, cuánta impotencia, cuántas mentiras, cuánta hipocresía. Pero lo peor, cuántos corruptos.
Cuanta corrupción en manos de personajes siniestros. Llegó el juicio y nos mintieron diciendo cadena perpetua. Era portarse bien en la cárcel y salir.
Luego, los ciudadanos de bien se acercaron a nosotros, nos dieron fuerzas y siguen estando cada 25 de enero acá en Pinamar, en la cava y en cada lugar del mundo en donde se acuerdan de vos. Sí, del mundo, aunque no lo creas…
Bueno, no te agrandes. Fuiste un buen fotógrafo, un buen hijo, hermano, marido, padre. Pero, sobre todo, una muy buena persona.
Siento que no te mataron, no lo lograron, porque estás siempre en mí.
Es una lástima que no hayas podido conocer a Riu, tu nieto, que tiene un añito y está hermoso. Él va a hablar de vos cuando sea grande y dirá ‘José Luis Cabezas, presente'».
El asesinato de Cabezas: un antes y un después (por Clarín)
José Luis Cabezas, reportero gráfico de la revista Noticias que cubría la temporada de verano en Pinamar fue secuestrado y lo mataron de dos balazos en la nuca. Fue un 25 de enero de 1997. Y su cuerpo terminó calcinado dentro de un auto incendiado en una cava.
En los días previos al ataque, había sacado una foto que generó una fuerte repercusión. El retratado era un empresario muy vinculado al Gobierno de Carlos Menem, Alfredo Yabrán. Un hombre muy poderoso al que todos conocían, pero nadie había visto su cara.
Por el crimen, fueron condenados a prisión perpetua, los policías Gustavo Prellezo (como autor material del asesinato), Aníbal Luna y Sergio Camaratta. Los dos primeros ya recuperaron la libertad; el tercero falleció. También algunos integrantes de una banda denominada «los horneros». De allí, condenaron a José Luis Auge, Horacio Braga y Héctor Retana.
Hubo dos personas más que recibieron condena por parte de la Justicia: Gregorio Ríos, jefe de Seguridad de Alfredo Yabrán, y el comisario Alberto Gómez, por liberar la zona.
El caso marcó un antes y un después. Porque se expuso públicamente el manejo mafioso de una persona sumamente poderosa, y porque en el crimen quedaron involucrados distintas escalas de fuerzas policiales. Además, el caso tuvo fuertes repercusiones políticas.