La misiva está dirigida al Dr. Daniel Erbetta. Lo invitan a visitar Casilda. «No es tarde», expresan. Aquí el texto completo.
La ASAMBLEA CASILDA ha dirigido una nota al Dr. Daniel Erbetta, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Provincia de Santa Fe, referida al tema de la construcción del Palacio de Tribunales en el Parque Sarmiento de nuestra Ciudad.
En la misma, en la que se presentan como «vecinos y vecinas autoconvocados de Casilda», refieren la «preocupación ante la inminente construcción» de dicho edificio.
Expresan que «lamentamos profundamente que en el Siglo XXI, en medio de la crisis climática planetaria y el calentamiento global, haya que explicar la trascendencia de defender un Parque público».
«Lamentamos la ausencia de diálogo y sólidos argumentos para pensar su reubicación», dice la nota, en la que se agrega que “la paradoja es que en nombre de la justicia y los derechos humanos (a 40 años del retorno de la democracia) decidan reprimirnos brutalmente, acallarnos, hostigarnos, golpearnos y encarcelarnos por cuidar un legado fundamental para las generaciones futuras”.
Tras invitar al Presidente del máximo Tribunal de la Provincia a que visite Casilda y «constate por sus propios medios esta situación de gran conflictividad», los firmantes expresan diversas preguntas:
“¿Cómo levantar un edificio de Tribunales donde se va a impartir justicia cuando para la construcción se están violando tantas leyes en materia ambiental y derechos de tercera generación? ¿En qué se va a transformar este espacio con agentes policiales armados? ¿Cómo se amplía la democracia quitando espacios públicos recreativos, en perjuicio del interés superior de la niñez y las adolescencias?”
“¿Por qué arrancarnos nuestro único Parque habiendo tantas opciones para su relocalización? ¿Por qué el cemento y una mega obra debieran construirse sobre un ecosistema con características de humedal, de acuerdo a la Ley Nº 12175, de Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas, atravesado por el Arroyo Candelaria y determinado por la UNR como zona de riesgo hídrico?”.
“¿Por qué debiéramos arrasar los árboles casi centenarios de este corredor biológico, cuya biodiversidad regula la proliferación de plagas y agentes patógenos garantizando la salud en la comunidad? ¿Cómo es que en nombre del progreso nos arrebatan este territorio concreto y simbólico de valor histórico -cultural a nivel local y regional?”
“¿Por qué, aún con más 20.000 firmas y múltiples adhesiones de instituciones a favor de preservar el Parque, quienes tienen la responsabilidad de garantizar el bienestar social, eligen lo contrario? ¿Por qué avanzar con una obra que no cuenta con licencia social?
La carta finaliza diciendo «Por estas preguntas y muchas más, atienda nuestro reclamo. No es tarde. Marque la diferencia».
