Historiador, investigador, escritor, músico, amante del Río Carcarañá, mentor de «Los Espinillos» y Director del Museo «Los Desmochados», Evaristo Aguirre falleció a los 78 años este domingo. Un hombre polifacético que deja un enorme legado.
Evaristo Aguirre, nacido en Rosario pero casildense por adopción y elección, falleció este domingo en nuestra Ciudad, a los 78 años.
Resumir la inmensa actividad que desarrolló en nuestra Ciudad y nuestra zona, sería imposible, tal su múltiples roles: historiador, investigador, escritor, músico y hasta luthier.
Fue Director del Museo “Los Desmochados”, en el que recolectó durante años diversos objetos relacionados con el pasado de nuestra región, incluso paleontológicos. Si bien era un sitio privado, se convirtió en visita obligada de delegaciones escolares y público en general interesado en el tema.
Escribió diversos libros, todos relacionados con la historia, y muchos de ellos referidos a su amado Río Carcarañá.
Profundamente respetado y reconocido entre sus pares, referente de los historiadores más jóvenes, participó de incontables Congresos y Encuentros a los que permanentemente era citado.
Mentor de un espacio natural y preservado, “Los Espinillos”, a la vera de ese Río, luchó por él con palabras y acciones, para el cual permanentemente proyectaba y soñaba.
Participó de recolecciones de objetos propios de los pueblos originarios, como así también de excavaciones de las que rescató restos fósiles.
Su saber era infinito, y lo desglosaba tanto en medios de comunicación radiales, escritos como televisivos. Entre otros, fue columnista de “La Nueva Senda”, en su edición impresa, como asimismo en la versión digital.
Trabajó en el Museo y Archivo Histórico Municipal “Santos Tosticarelli”, y participó en política encabezando una lista de candidatos a Concejales de Casilda.
Hace unos años, fue parte de una investigación junto a los Profesores Hugo Tosticarelli y Federico Antoniassi, que se conformó para determinar la fecha de fundación de Casilda. Su postura, mantenida hasta el final, sostenía que el 11 de noviembre debía ser el día señalado, por coincidir con ese día del año 1873, en que se colocó la primera piedra fundacional de la entonces Villa.
El abanico de temas que Evaristo conocía y desarrollaba era inagotable: los pueblos que habitaban la región, el paso de grandes personajes de la Historia Argentina por ella, las vías que comunicaban las distintas poblaciones (el «Camino de las Postas»), la flora y fauna de distintas épocas, y hasta situaciones místicas y espirituales.
Conocía la historia, el origen y el por qué de los nombres de cada Barrio de Casilda: escucharlo, era viajar al pasado y entender el presente de cada sector de la Ciudad.
Un gran hombre que deja su huella imborrable, por todo lo que ha ofrecido y el legado que ha dejado.
Adiós, Evaristo… Hasta la próxima historia…
