«La sensibilità non è donna, la sensibilità è umana.
Quando la trovi in un uomo diventa poesia.»
-Alda Merini-
La sensibilidad no es mujer, la sensibilidad es humana. Cuando la encuentras en un hombre se vuelve poesía.
Qué belleza de pensamiento. Si supieran los hombres cuánto las mujeres amamos en ellos la capacidad para sentir … y demostrarlo.
Cuánto, a muchas de nosotras, nos resultan irresistibles los pequeños grandes gestos de gentileza. Y digo gentileza, no romanticismo pueril o barato.
Cuando nuestros amados hombres -y viva, siempre viva la diferencia como suelo afirmar- se inclinan naturalmente a la compasión, nos derretimos por dentro.
Los vemos más fuertes y más hombres si saben conmoverse con los débiles, sean animalitos, niños o viejos.
Adoramos que nos quieran, a unas cuantas, locas de amor por perros o gatos, que soporten esas locuras con estoicismo y complicidad.
Vaya un tributo para ellos, los hombres que sí amaban y aman a las mujeres, contradiciendo el título del famoso best seller.
Y más que nada, a los hombres que aman a los animales, no por impostura -que los hay-, sino por pura, sentida y maravillosa poesía.
Por MARÍA ROSA INFANTE.