EL CUENTO DE LA NENA

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Una nueva modalidad delictiva ha tomado presencia en estos últimos días en nuestra Ciudad. Como si no fuera basta la aparición de hechos hasta no hace mucho ajenos a nuestra localidad, y la incorporación a nuestro vocabulario cotidiano de palabras que sólo escuchábamos en los medios de comunicación de alcance nacional para describir circunstancias propias de grandes ciudades («motochorros», «escruche», «salidera», etc.), nuevas formas de delinquir se concretan en nuestras calles y entre nuestra gente.

Existe sí una expresión que no sólo no es nueva, sino que data de antaño: «el cuento del tío», como manera de nombrar a un ardid o engaño que alguien realiza con la intención de aprovecharse de otra persona, en muchos casos abusando de su buena fe.

Lo que está ocurriendo por estas horas en Casilda tiene que ver con eso, aunque teniendo en cuenta la maniobra desplegada puede renombrarse como el título de esta nota: «El cuento de la nena»…

Un episodio concreto ocurrió este lunes por la tarde, cuando una vecina del Barrio San Carlos, de  92 años de edad, se encontraba sentada a la puerta de su casa. Fue entonces que apareció una mujer,  con una niña de aproximadamente 6 años, y un hombre con un bebé en brazos. La niña se tocaba el estómago, y la madre (o supuesta madre) le manifestó a la mujer mayor que su hija estaba descompuesta, pidiéndole permiso para pasar al baño de la casa.

Ante el pedido, la vecina accedió de inmediato, y mientras la mujer con la niña ingresaban, el hombre se quedó dialogando con la duela de casa, amablemente, mientras el bebé que llevaba en brazos lloraba.

Luego de un tiempo normal para el objeto del pedido, la «familia» se retiró. Cuando la propietaria se dispuso a ingresar a su domicilio, notó que el baño presentaba la apariencia de no haber sido usado. Fue así que al ingresar a su habitación, notó desorden en sus objetos personales, y comprobó le falta un sobre con dinero y alhajas.

Fue el mismo día lunes que ocurrió otro robo, en el cual similares características indicarían podrían ser los mismos autores. En esta ocasión fue alrededor de las 19, cuando un aparente matrimonio con una niña ingresaron al local de ropa y artículos para bebés  ubicado en Boulevard Lisandro de la Torre entre Casado y Roca.

En este caso, mientras la mujer con la niña de la mano distraía a la propietaria del local comercial, el hombre procedió a sustraer prendas, al estilo «mechera». Cuando la dueña se percató de la situación, los autores del hurto huyeron rápidamente. El esposo de la propietaria del comercio los persiguió, pudiendo recuperar parte de los robado, y aportar algunos datos a la investigación policial iniciada.

A esto se suman testimonios de vecinas, especialmente mujeres mayores que viven solas, que dan cuenta de la presencia de tan particular grupo familiar, pidiendo a quienes están en las puertas o veredas de sus domicilios poder ingresar al baño de la vivienda, ya que la niña lo necesitaba al encontrarse descompuesta.

Cabe agregar que resulta inadmisible que dos adultos utilicen de este modo a una pequeña, instruyéndola incluso a impostar una descompostura, para ingresar en casas o comercios para robar pertenencias de sus dueños.

Si bien aún no hay detenidos, versiones de alta confiabilidad indican que se habría identificado al menos al hombre del grupo en cuestión.

(Fotografía ilustrativa)