Cuando el momento te demanda un sinceramiento contigo, tu corazón te invita a sentarse con él en un clima de mesa de café en quien mejor y más te conoce.
Cuando el momento obedece a sucesivas postergaciones de juntadas con tu corazón ese momento requiere de una muy profunda revisión.
Entonces se apaga la luz y te hayas cara a cara con la oscuridad, tu propia oscuridad, acumulada por la falta de pequeños momentos de lucidez (Luz y Des-apego).
La luz y el estar en la luz es la condición interior para que la vida sea tal.
Hay un tiempo de oscuridad plena, inicio del movimiento pendular hacia el opuesto, punto de quietud donde todo se detiene y si sueltas ese todo el péndulo se desliza a velocidad inusitada hacia el otro extremo.
Ese segundo, ese instante, el momento sublime de soltar produce una luz interior de comprensión, compasión, perdón, entendimiento, liberación y apertura.
Sensaciones en grados nunca vividos se materializan y forman tu nuevo cuerpo. Un cuerpo con nueva vida que atrae nuevas cosas, situaciones y personas.
Entras a latir en la nueva vibración de tu corazón.
Algo, sólo algo del pasado podrá acompañarte ahora.
Ese es un momento de espera mientras tienes los pies en el vacío, desanclado de TODO pasado incluso el propio. Un proceso de toma e inclusión de aquello que aún resuena con tu nueva vibración y se han convertido en herramientas útiles y sabias para lo que se halla delante de ti y aún ni siquiera vislumbras.
Un punto cero aún en la oscuridad pero con la luz propia alumbras apenas a tu alrededor.
Hacia dónde doy el próximo paso?
Hacia donde un punto luminoso se manifieste delante de ti invitándote a conocerlo y sentir lo que todos los vehículos de tu SER te envían como señales ante esa presencia.
Tu Corazón claramente emitirá una señal que resume todas las sensaciones que, luego de un stand-by, vuelven a renacer como conocidas pero nuevas a la vez.
En este proceso mi crisálida fue tocada por el haz de luz, el primero, que llega desde esa orilla del frente llamada futuro que te invita a convertirla en presente. Un haz de luz que puso en marcha el primer latido de la mariposa.
La esperanza, una sensación conocida pero NUEVA te invade y con ella otras que la siguen y te recuerdan que sigues vivo.
Momento de renacimiento… Momento de vida que viene de la vida y va hacia ella.
Momento sublime…como este en el que el cielo se llenó de pájaros…