El encuentro entre ellas es de una magnitud indescriptible para el humano común.
Pero la historia tiene un comienzo… cuando la chispa monádica se desdobla ambas cosnciencias-almas se reconocen y sienten el “tirón” vibracional que las separa…Allí inician sus viajes por separado por alguna parte del cosmos. Esas almas pueden llevar vidas paralelas en distintos mundos o planos de realidad o tener como destino el mismo planeta o civilización para evolucionar.
Esa individualización por lo tanto no es tal ya que la verdadera unidad ha sido desdoblada y su sensación será de incompletud y soledad.
Cuando coinciden en este planeta no necesariamente lo hacen en polaridades opuestas pero sí en unidades absolutamente complementarias. Cada una hará un recorrido acordado de aprendizaje, ese acuerdo incluye cual unidad encarnará primero y bajo qué aspectos y circunstancias se expresarán en la materia e incluso cuándo y dónde se reconocerán.
Podrán haber pasado tiempos y espacios compartidos previos, el momento sublime sobreviene cuando desde cada corazón se emite la señal inequívoca en ese instante profundo donde una se revela a la otra por sobre cualquier parámetro por debajo del nivel álmico.
Sentir, ver, tocar, palpar, percibir a la otra parte es una experiencia para los bendecidos, Bendecidos por propios méritos existencia tras existencia.
Aunque muchas veces sus encuentros son trabajosos en otros muchos casos con poco logran una armonía única componiendo un instrumento de expresión de una Luz magnífica que se les regala y se vierte también en Servicio.
Verse en la profundidad de los ojos del otro, sentir muy pura la conexión de los corazones con una atracción que los magnetiza es indescriptible en términos humanos. No cabe la palabra amor como todos la entendemos.
El goce sublime es compartir la proximidad y la intimidad, los silencios más que las palabras, la quietud más que las acciones. El placer sensorial superior desplaza en muchos casos al sexo biológico y si lo hubiera es a consecuencia de integrar aspectos desde esa unión que desciende en Energía, Luz y Vibración desde lo álmico.
No hay un tiempo determinado para ese encuentro porque en el encuentro no hay tiempo. Sólo presente…
Una burbuja de lo que algún día la humanidad manifestará como su realidad genuina y permanente.
La energía que todo lo crea muestra en ellos un atisbo de lo que ES en estos planos de existencia.
El desafío para las personalidades es muy fuerte pero el Poder y la Luz que los conforma proveen de TODO para superarlo.
SER UNO con el OTRO en un plano de dualidad y por momentos lograrlo da al ALMA de esas almas una experiencia ÚNICA
