El hecho ocurrió en una casa de Washington y San Luis en barrio Barracas. Allí viven una pareja con sus pequeños hijos de 6 y 3 años. Alrededor de las 3, la mujer del hogar se levanta a tomar agua y a segundos de haberse acostado nuevamente siente los estallidos.
Los perdigones de la escopeta ingresaron desde la vía pública atravesando la persiana y llegando hasta la pared más próxima. De milagro, ningún integrante de la familia sufrió daños que podrían haber sido de consideración.
En el lugar trabajo personal de Unidad Regional IV y de la Policía de Investigaciones. Estos últimos estuvieron abocados a las posibles causas del incidente ya que no se trata de una situación normal.
Según trascendió, los moradores sólo podrían sospechar de unos ex vecinos a quienes habían denunciado por reiterados robos hace tiempo. Quedará en manos de la justicia investigar si las únicas sospechas visibles son posibles o no.
