En el artículo «¿QUÉ COMEMOS HOY??», mencionaba que cada lugar tiene una vibración y de acuerdo a la fuerza de la misma nos afectará o influenciará en medida proporcional a la solidez de la ENERGÍA PERSONAL.
¿Qué da la vibración a cada lugar? Para poder clarificar y simplificar la respuesta vayamos por dos ejemplos…
Primero, una casa de familia, lo que se “respira”, el “clima” familiar nos habla sin errores de las Energías Personales de los habitantes y lo que la interacción o vínculo entre ellos genera. Yendo a una mayor particularidad encontramos que las habitaciones también tienen una energía característica según a quien pertenezca ese espacio. Por lo tanto los dormitorios serán impregnados por las vibraciones de quienes allí duermen en tanto la sala o el comedor por los que allí, a través de sus interacciones, emiten como producto de sus vínculos en todos los grados posibles desde el AMOR al MIEDO; por qué MIEDO y no ODIO? Porque el MIEDO es una vibración aún más baja que el ODIO.
En los casos más extremos pareciera que el aire fuera más denso que lo normal al ingresar a esos espacios, se percibe como un verdadero “choque” al traspasar la puerta. (Mi amigo “Termómetro”, J.C.B. puede darnos fe de ello por su alta sensibilidad a las energías de los ambientes). La falta de orden y limpieza, la desorganización evidente son señales claras manifestadas por las vibraciones reinantes en el lugar.
Segundo, un espacio natural. Puede ser hoy un bello paisaje para la vista pero en ese sitio hace muchos años pudo haber una matanza, un cementerio, una batalla. Las vibraciones de dolor y miedo a la muerte se impregnan en el espacio y el suelo, continúan reverberando interpenetrando el campo energético de quien toma contacto con el lugar. El ejemplo emblemático del Planeta es el territorio de la Franja de Gaza y el Mundo Árabe cuyo territorio es sede de conflictos raciales, religiosos y bélicos.
Así los hay unos los hay los otros. Los Andes Peruanos, algunas partes del territorio mejicano coincidentes y no por casualidad con civilizaciones avanzadas para la época de la historia en la cual florecieron. Así como éstos grandes centros, citados sólo a modo de ejemplo, los hay en magnitudes mas reducidas pero con ALTA VIBRACIÓN esparcidos por todo el planeta. En gran mayoría situados en lugares apartados con cierta complejidad de acceso debido a las características del entorno natural como lo es el PARQUE Y RESERVA NATURAL “ LAGUNA DEL DIAMANTE” en Mendoza.
El buen observador a esta altura de la lectura dirá: “las energías negativas las tengo en casa y las positivas en lugares casi inaccesibles”. Pero tengo dos buenas noticias para compartirles, cambiando las energías personales de los miembros de la familia el resultado cambia automáticamente, simplemente es cuestión de darse cuenta y ocuparse responsablemente poniendo un poco de Amor en cada gesto, palabra y pensamiento… y muy cerca de Casilda, ciudad desde donde redacto estas líneas, hay un espacio de fácil acceso que emite vibración de PAZ… una PAZ perceptible casi hasta por los menos sensitivos.
Permaneciendo en silencio, contemplando el momento presente, el horizonte, el cielo, el movimiento de las hojas, el sonido del viento, la calidez del sol, la luz de la Luna Llena, el canto de los pájaros, los colores que proponen las estaciones del año, la frescura del agua que allí se puede beber, abrazando el árbol septuagenario que está en su frente o simplemente sentarse en el césped y cerrar los ojos.
Si conoces el lugar ya sabes que me refiero al PREDIO DE LA CAPILLA CRISTO REY.
¿Qué vibraciones comemos hoy?
Por MIGUEL PIGOZZI
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