Si la vida nos roba los sueños, la noche nos los restituye.
Hay que tener coraje.
Para vivir, para soñar, para vivir soñando y soñar viviendo.
Para enamorarse, para seguir amando, para dejar de amar.
Para partir, para volver.
Para hacer proyectos.
Para sanarnos.
Para mirar con optimismo el futuro, para olvidar las ofensas, para continuar cuando alguien querido se va. Coraje para ponernos a prueba, para renunciar, para arriesgar, para decir sí y más para decir no. Coraje para volar, para echar raíces.
Hay que tener valentía y mucho coraje para mirar las estrellas sin poder tocarlas.
Hay que tener coraje … y cuánto, para seguir creyendo en esos viejos, amados cuentos, sabiendo que no existen. ¿O sí?
Buena noche para vos, para mí y para todos los soñadores tenaces, porfiados, empedernidos.
Que el sueño nos devuelva sueños y nos despertemos con más coraje para buscarlos.
Por MARÍA ROSA INFANTE