«CORRECCIONES», por MARÍA FERNANDA TREBOL

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OBJETOS PERDIDOS

 

Correcciones

Hoy me levanté temprano. La mañana pintaba bien: chicos dormidos, bastante silencio en el edificio, no demasiado frío. Ésta es la configuración perfecta del espacio-tiempo para quien quiere trabajar con tranquilidad en la corrección de textos. Pensé que podría, al fin, terminar algunas labores postergadas, pero no fue así.

Debo confesar que he tenido pedidos de redacción de textos importantes, pero nada se compara a éste que acaba de llegar. Con membrete oficial, firma y sello correspondientes y la cláusula “URGENTE” estampada en rojo, una Secretaría que prefiero omitir me encarga la revisión y corrección de un documento que pronto circulará entre los ciudadanos santafesinos.

Transcribo algunos fragmentos en bruto, para ponerlos en consideración:

Primer párrafo: Ante los consabidos avances de incendios y humo en las Islas del Delta de nuestro querido y nunca bien ponderado Río Paraná elevamos el presente a las autoridades pertinentes e impertinentes de la jurisdicción espiritual en reclamo de mejoras pluviales. (creo que le falta una coma, y tal vez suavizar un poco el tono).

Segundo párrafo: Habiendo efectuado denuncias ante los Juzgados intervinientes con competencia en la zona afectada y notificado a las jefaturas, secretarías, legislaturas, vicejefaturas, vicesecretarías, intendencias, senadurías y dependencias conexas, viceministerios, ministerios, gobernaciones, subgobernaciones y pluscuamgobernaciones correspondientes, comprobamos con enfática impotencia que la labor de los Caballeros y Caballeras del Balde (Brigada voluntaria enviada al frente de fuego en representación nuestra) no es un recurso suficiente para el combate ante una fuerza natural con tantas malas intenciones hacia nuestro querido y nunca bien ponderado Río Paraná y sus criaturas. (La idea está expresada, más creo que hay que ordenar un poco todo y alivianar la adjetivación).

Tercer párrafo: En vista de la profunda gravedad del asunto, herencia de desmanejos de administraciones anteriores y supra-anteriores a la nuestra, apelamos como último recurso al apoyo de la comunidad que ha confiado en nuestro saber hacer y experiencia y sentimos le debemos cumplir su expectativa con una acción que los incluya a todos, todas y todes. A tal efecto, establecemos con fuerza de ley la obligatoriedad del pronunciamiento de las siguientes palabras durante un período de tres días. En lo posible, deberán ser verbalizadas en voz alta, y en el horario en que se encuentran abiertas las dependencias públicas a fin de que si el hecho pluvial efectivamente ocurriera, las autoridades puedan inaugurarlo debidamente, con la ceremonia de corte de cinta y discurso oficial correspondiente. (me preocupa que alguien se sulfure por el uso del inclusivo)

Cuarto párrafo: Texto a pronunciar por todos los habitantes, habitantas y habitantos del suelo santafesino:

¡Agua, San Marcos, señor de los charcos!, para mi triguito que está muy bonito; para mi cebada, que está muy granada; para mi melón que ya tiene el botón; para mi sandía, que ya está florida; para mi aceituna, que ya tiene una.

En caso de presentarse una dificultad para la verbalización arriba consignada, o diferencias con los cultivos que la misma enumera porque son de otras regiones, se podrá reemplazar con este conocido verso rimado:

Que llueva, que llueva, la Vieja está en la Cueva.

Los pajaritos cantan. La Vieja se levanta.

Que sí, que no, que caiga el chaparrón.

(No existe inconveniente si se quiere agregar la siguiente línea: que si!, que no!, que caiga un chaparron, arriba de un colchon, con agua y con jabon!

Si el hecho pluvial no ocurriera, recúrrase al refuerzo de la verbalización con transmisión simultánea en todos los medios de comunicación públicos, privados y mixtos de la Provincia Invencible de Santa Fe.

(Considero que este párrafo me va a dar un poco más de trabajo.  Es el más importante y no quiero que nada se preste a confusión).

 Último párrafo: Comuníquese, publíquese, dése a la Dirección Nacional del Registro Oficial y archívese.

Los dejo. Debo ponerme a trabajar ahora mismo. Siempre es difícil seguirle el ritmo a la gestión pública, sobre todo cuando se trata de lograr que superemos grietas y hagamos algo entre todos.

 

Por MARÍA FERNANDA TRÉBOL – Licenciada en Comunicación Social