Los debates acerca del momento en que debe comenzar la enseñanza de la lectura y la escritura tienen larga data, parecen eternos. La pregunta ¿se debe enseñar o no a leer y escribir en el jardín de infantes?, es reiterada.
Emilia Ferreiro, pedagoga argentina suele decir…” la pregunta está mal planteada…” porque esto da cuenta que son los adultos quienes deciden cuando se va a iniciar ese aprendizaje.
Si bien los padres esperan con verdadera ilusión el momento en que su hijo o hija aprenda a escribir, al contrario de lo que pueda parecer, la edad no es un factor determinante para el aprendizaje de la escritura en la etapa infantil; sí lo es, en cambio, el desarrollo del pensamiento y del lenguaje.
Los niños inician su aprendizaje del sistema de escritura en los más variados contextos, porque forman parte del paisaje urbano. Los niños de cinco años generalmente distinguen entre escribir y dibujar, dentro del complejo conjunto de representaciones gráficas. Lo más importante es que sepan que esas marcas (números y letras) son para una actividad específica que es leer que resultan de otra actividad específica escribir.
Los pequeños reciben desde muy temprana edad informaciones sobre la naturaleza y función de esas marcas en contextos reales, los textos (libros y periódicos), también carteles callejeros, envases, prendas de vestir, o cuando se les lee un cuento, le escriben su nombre o responden a sus preguntas.
Todas estas situaciones de información que reciben en la vida diaria, se da naturalmente y es parte del conocimiento para leer y escribir que los niños tratan de comprender…
Previo a ofrecer un lápiz y un papel, es apropiado que comiencen a dibujar con sus dedos en el aire en diferentes juegos de expresión, como también dejando sus huellas en harina, arena, barro, arcilla, pintando… Ofrecer al principio papeles grandes extendidos sobre el suelo o una pizarra colgada en la pared, para permitirle hacer movimientos amplios y firmes que fortalecerá el control del brazo, pasando luego a utilizar soportes más pequeños siempre respondiendo a sus necesidades.
El jardín de infantes debería posibilitar a todos los niños y niñas la experimentación libre sobre las marcas escritas, en un ambiente donde se escuche leer en voz alta, ver adultos escribir, ellos intentar escribir sin estar necesariamente copiando un modelo…. Tratar de leer utilizando datos contextuales como señalamos (envases de productos conocidos, marcas publicitarias, calendario…etc.). Similitud a las informaciones sociales…con intencionalidad pedagógica.
Por lo mencionado, en lugar de preguntarnos si ¿debemos o no enseñar a leer y escribir en el jardín de infantes?, hay que preocuparse por dar a los niños ocasiones de Aprender. Se aprende más inventando formas y combinando, que copiando….
La lengua escrita es mucho más que un conjunto de formas gráficas, es parte de nuestro patrimonio cultural. Seamos respetuosos de los tiempos de los niños…son los propios niños que inician sus aprendizajes… junto adultos alfabetizadores… y cuando llegue… celebremos la primera escritura!!!!
Por SILVIA TASSI