DOMINGA, UNA JOVEN DE 100 AÑOS Y 5 MESES, EN RADIO DEL SUR

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Dominga Natalia Campana de Fortunassio tiene más de 100 años, una vida ejemplar y una lucidez envidiable. Fue visitada por el móvil de FM 90.5 – RADIO DEL SUR, y nos dejó una lección de superación, trabajo y familia.

En la mañana de este viernes, mientras la lluvia caía calma sobre la Ciudad, Dominga Natalia Campana de Fortunassio recibió en su casa al móvil de FM 90.5 – RADIO DEL SUR.

Nos esperaba. Se pone prontamente de pie, se acerca a la puerta, y con amplia sonrisa y gesto de afable anfitriona agradece la visita.

Dominga tiene 100 años. En realidad, 100 años y 5 meses: nació en diciembre de 1923.

“Nací en Casilda, en el Paraje Desmochado Afuera. Después, la vida me llevó en saltos de tiempo a Rosario, a Casilda, a Santiago del Estero, y a Casilda otra vez”, dice, con una increíble memoria y sin titubear.

La Radio es su compañía, todo el día. “Me despierto muy temprano, y ya enciendo la Radio. Me levanto a las 08.00, desayuno, después me encargo de limpiar y ordenar mi casa, que es chica, tomo unos pocos medicamentos, y ya después almuerzo”.

Si bien acompañada, Dominga se basta a sí misma para todo. “Tengo algunos achaques, algún problema en la vista, pero estoy bien. Trabajé duro toda mi vida, desde los 11 años, en que me fui a trabajar de niñera en Rosario, y después fue cocinera, costurera e hice trabajos duros de campo, hasta que tuve 80 años”.

Recuerda viejos lugares de Casilda, como el Almacén de Ramos Generales de Capdevielle, “estaba ahí donde ahora está el Cine Libertador”, donde trabajó. Y como símbolo de una época, trae a la charla un recuerdo que le es muy presente: “cuando en 1935 trajeron al país los restos de Gardel”.

“La mejor época de mi vida fue la década del 40… Las orquestas… “, dice entre nostálgica y divertida.

Recuerda con amor al quien fuera su esposo, el momento en que lo conocíó, y la familia formada con cinco hijos, catorce nietos, y 13 bisnietos. “Una familia numerosa, que me acompaña siempre, y me rodea de cariño”.

“Como de todo… Lo que más me gusta es el cordero y el cabrito”, dice, costumbre que trajo desde aquél  Santiago del Estero en que vivió mucho tiempo.

La lluvia seguía cayendo sobre Casilda. Sin embargo, una luminosa calidez sobrevoló la charla con Dominga: “Antes había más respeto, se vivía con más tranquilidad, sin miedo. Los tiempos han cambiado…”, dice sobre el final de la charla que podría haberse prolongado mucho tiempo más.

Dominga Natalia Campana de Fortunassio. Un siglo y 5 meses. Y una historia y ejemplo de vida infinitos.

Esta es la nota completa: