El Méd. Vet. Walter Masciángelo dio detalles del brote de la enfermedad, la cantidad de casos en el Departamento Caseros, las precauciones a tomar y su incidencia en el ser humano.
El brote de encefalomielitis equina viene preocupando a las autoridades sanitarias, tanto en la medicina veterinaria como en la medicina clínica que atiende seres humanos.
En la mañana de este jueves, el Méd. Vet. Walter Masciángelo, coordinador de SENASA (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria), dialogó con el Programa «Mañanas del Sur» de FM 90.5, y dio detalles de la situación.
«Es una situación que preocupa, habida cuenta del incremento de casos y sus consecuencias. En este momento, en el Departamento Caseros, tenemos consignados unos 50 casos, aunque sabemos que son más, pero que no son denunciados o dados a conocer», dice.
«La dinámica es que cuando se presenta un caso, el dueño del animal lo hace atender por un profesional veterinario, y en cuando se comprueba que se trata de encefalomielitis, se da a conocer sea al SENASA o a través de una aplicación. Ocurre que algunos casos no son atendidos por profesionales, no se denuncian como tales, y de ahí que no queden registrados», manifiesta.
Agrega que «la enfermedad se transmite a través del mosquito, que pica a un ave, luego pica al caballo, y le transmite la enfermedad. No se contagia de caballos a humanos, ni entre caballos entre sí».
«El ser humano se contagia cuando el mosquito vector pica a un ave, y luego pica al humano. Ha habido un caso en General Obligado, pero afortunadamente el paciente viene transitando favorablemente la enfermedad. Al humano no le produce grandes consecuencias, puede ser un estado como de gripe inicial. De todos modos, hay cuestiones todavía no del todo confirmadas, por lo que es necesario cuidarse, evitar la proliferación de mosquitos, y usar repelentes, y en caso de estar al aire libre, especialmente en zonas rurales o suburbanas, usar ropa que cubra brazos y otras partes del cuerpo en las que los mosquitos puedan atacar», expresa.
Dice el profesional que «los caballos contagiados de la enfermedad, si se tratan a tiempo pueden curarse, pero es un cuadro severo, que le limita los movimientos, muy doloroso, y que en muchos casos lleva a la muerte del animal».
Comenta que «afortunadamente ahora está habiendo disponibilidad de vacunas, que se dejaron de colocar de manera obligatoria hace unos años atrás».
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