El día del futbolista argentino se instauró por toda la historia que nace de los enfrentamientos de la selección con sus pares de Inglaterra.
Todo comenzó el 9 de mayo de 1951 en el país británico. En aquella primera contienda, la albiceleste dirigida técnicamente por Guillermo Satábile cayó por 2 a 1, lo que se consideró una “derrota digna», después de ir ganando por el gol de Mario Boyé, con una destacadísima actuación del arquero de Vélez, Miguel Ángel Ruglio, que luego de ese cotejo fue apodado como “el león de Wembley». Fue parte del seleccionado nacional Rubén Bravo, el goleador que tuvo un paso por la Liga Casildense y vistió las casacas de Unión Deportiva de Los Molinos y de Atlético Pujato, fue el centro delantero en aquel enfrentamiento en Inglaterra.
El 14 de mayo de 1953, se volvieron a medir argentinos e ingleses, esta vez en Buenos Aires. El Estadio de River Plate fue escenario de un día histórico y más de 80 mil espectadores los testigos. Es que se produjo la concreción del que se llamó “el gol imposible”. Ernesto Grillo recibió en la línea del área 18 e ingresó por izquierda, dejó atrás a tres rivales y llegó a línea de fondo a una posición como para enviar un centro atrás, sin embargo y casi sin ángulo, definió entre el palo y el arquero. Ese gol significaría el empate de un encuentro que ganaba el visitante por la conquista de Tommi Taylor, para que los locales lo terminen por dar vuelta y lo ganen 3 a 1. Un tanto de Micheli y otro del propio Grillo sellaron la victoria, que fue la primera en el historial de enfrentamiento entre ambas selecciones. Algunos días más tarde jugaron la revancha, pero debió suspenderse a los pocos minutos del inicio por una lluvia torrencial cuando empataban 0 a 0.
Ya en 1962, se cruzaron en el mundial de Chile y Rancagua fue la ciudad anfitriona en la derrota por 3 a 1 de la celeste y blanca. El único tanto de la selección Argentina lo consiguió José Sanfilippo e integró ese plantel el extraordinario delantero oriundo de la localidad de Fuentes, Marcelo Pagani.
Hubo varios encuentros más, pero sin dudas, el que marcó a cada futbolero argentino es el del 22 de junio de 1986 en México, la mano de Dios y el mítico gol de todos los tiempos, obras maestras de Diego Armando Maradona. Aquel plantel dirigido por Carlos Salvador Bilardo, lo integraban, entre otros, el hombre de Villada, Néstor Clausen, el casildense Marcelo Trobbiani y Sergio Almirón, que años más tarde tendría un paso por Belgrano de Arequito.
Ya en 1991, la selección que ya dirigía Alfio “Coco» Basile, se enfrentó a la inglesa en Wembley y empató 2 a 2. Allí participaron el arteaguense Fernando Gamboa y el oriundo de Cruz Alta Darío Franco, que anotó uno de los goles.
Ya en el 2002, en el mundial de Corea – Japón, el firmatense Walter Samuel fue parte del elenco que le tocó caer 1 a 0.
Hasta el 2020, y por aquel “gol imposible” de Ernesto Grillo, se conmemoró el día del futbolista en nuestro país, pero en agosto pasado y por un pedido de Agremiados, la AFA decidió que se celebrará cada 22 de junio, en alusión al mejor gol de la historia de los mundiales convertido por Diego Maradona.
Argentina e Inglaterra se midieron en 15 oportunidades entre partidos oficiales y amistosos desde 1951, 3 veces ganó la albiceleste, 6 ganaron los ingleses y empataron en otras 6 ocasiones. Pero más allá de los números estadísticos, esta rivalidad ha marcado hechos históricos que quedaron grabados a fuego en los corazones futboleros argentinos, con goles que tienen todos los condimentos de los potreros y muestran la idiosincrasia de los que juegan a la pelota en éstas latitudes, más allá de que día sea el elegido para que festejen los jugadores, siempre viene bien recordarlos con alegría.
Fotografías, en orden de arriba hacia abajo: Marcelo Pagani, Néstor Clausen, Marcelo Trobbiani, Rubén Bravo.
Por AMILCAR GIRONELLI
