Todos somos animales, cuidarnos y respetarnos es posible.
Aunque sabemos que la tierra gira sobre su propio eje y alrededor del sol, nos engañamos pensando que también lo hace a nuestro alrededor debido a nuestra visión antropocentrista y especista.
El coronavirus, virus: “evento de la historia natural que nosotros como humanos dotamos de significado e intentamos capturar en nuestros proyectos e intereses” (Segato Rita*). El virus, trajo consigo no solo las medidas de aislamiento físico y de higiene personal y colectiva, ha traído la necesidad de replantearnos nuestra relación con el ambiente y con otros animales, sí, porque nosotros también somos animales. Ha dejado latente la posibilidad de cuestionarnos cuál ha sido y cual será nuestro vínculo con el otro.
Aún estudios científicos buscan el origen de la enfermedad y entre ellos la hipótesis que murciélagos portadores de coronavirus contagiaron a otros animales y éstos a animales humanos. El disparador habría comenzado en un mercado chino, en Wuhan, donde como en otros lugares, abiertos y húmedos en plena calle, la explotación, el encierro y la violencia forman parte del paisaje cultural y cotidiano. Animales de compañía o silvestres enjaulados vivos, colgados muertos, o en pleno proceso de sacrificio para que los clientes vean en vivo y en directo, son vendidos y comprados para el consumo.
¿Nos asusta o impresiona? ¿Por qué?, si en culturas como la nuestra también encerramos y matamos, haciendo uso y abuso de otros animales para nuestro consumo, alimento, vestimenta, entretenimiento, explotación, solo que las paredes de industrias frigoríficas o carpas de criaderos no permiten ver, lo que no significa que no pasa. ¿Qué nos diferencia en el trato hacia otros animales?.
No somos tan diferentes, como animales humanos, aquí o allá, aunque actualmente el mundo parece no tener fronteras que lo dividan por más que se impida atravesarlas, nos creemos con derechos sobre otros animales y sobre la Tierra que nos contiene, que tampoco es nuestra. Vuelvo a transcribir palabras de la antropóloga argentina “todas las especies alguna vez desaparecieron, nuestra especie es tan omnipresente y arrogante que piensa que no nos pasará” (Segato Rita*)
Paralelamente, la merma de actividades humanas inmersas en el capitalismo “salvaje”, ha tenido un gran beneficio para el ambiente. Cielos más limpios, aguas más claras y vida animal que reaparece en espacios que se les había usurpado. No hace falta irse lejos o ver imágenes de otros países, abriendo la ventana podremos escuchar el canto de los pájaros de otra manera.
Aquí y ahora, este es el momento para repensar nuestra relación con el otro, animal humano, no humano, ambiente. Este es el momento de cambiar el final de esta historia, cuidarnos y respetarnos individualmente para cuidarnos y respetarnos colectivamente es posible.
Citas: *Segato Rita, antropóloga argentina, conceptos extraídos de la entrevista televisiva del programa Brotes Verdes – C5N – 31-03-20.
Por LUCRECIA MARTINI – Licenciada en Comunicación Social