CONECTAR PARA PODER SER
Me encanta la expresión «Hoy me desayuné con tal cosa» para decir que pasó algo inesperado que nos sorprendió para mal, así que voy a usarla ahora mismo.
Hoy me desayuné con Ivana Nadal dando un mensaje – envuelta en una bata rosa – que decía ser optimista y empático y que invitaba a #soltar todos nuestros dolores, a dejar de amargarnos y decir «listo, se fue» cuando se nos muere un padre o cuando perdemos un hijo, o cuando alguien que amamos se cansó de nosotros. Propone, entre otras cosas, pensar en lo bueno de la vida y en que estamos en este mundo para pasarla bien y que entonces tenemos que dejar de frustrarnos si tenemos una enfermedad, tenemos que olvidarnos y dejar atrás la depresión.
Porque ahora resulta que la depresión es una decisión consciente.
No me enoja Ivana Nadal.
Simplemente creo que está equivocada.
Y que el discurso que ella compró – porque hay muchas personas profesando lo mismo – no sólo no es empático sino que es muy peligroso.
¿Qué es la empatía para ustedes?
¿Cómo se rescata la humanidad de las personas si intentamos despojarnos de nuestros dolores que son, muchas veces, los que nos terminan definiendo?
¿Deberíamos tener entonces una especie de interruptor espiritual, un filtro, un enchufe? ¿Tenemos que aprender a tomar nuestras miserias como si fuesen cáscaras de naranja y tirarlas en una compostera en donde no va a crecer nada?
¿Por qué existe este discurso corrosivo disfrazado de puente a la beatitud que solo intenta sacarnos el derecho a la vulnerabilidad?
¿No necesitamos a los demás?
¿No somos agradecidos si tenemos un día gris?
Yo creo que todos tenemos todo para ser felices, pero la felicidad no va a llegar nunca de la mano de la desconexión.
Hay que conectar para poder ser.
Por GINA PENELLI – Escritora
