La camiseta que Diego Maradona utilizó en uno de sus partidos más significativos como futbolista fue finalmente subastada este domingo. Se trató de la prenda de la Selección argentina de fútbol que el Diez vistió en el partido de octavos de final del Mundial de Italia 90 ante Brasil, y que había aparecido en una subasta de la reconocida casa Juliens con un precio de base de diez mil dólares.
La prenda, que sufrió un desgaste muy importante en cuanto a los colores por las inclemencias de los rayos de luz durante estos 31 años, igualmente mantuvo un valor simbólico altísimo.
La parte mejor conservada fue la de los hombros, en los que todavía lucen con mayor nitidez las tiras celestes de adidas sobre la tela blanca.
A aquel Mundial en Italia se llevaron cinco camisetas de talle 3 y cinco de talle cuatro con el 10 de Maradona, pero sólo fueron utilizadas estas últimas. La camiseta en cuestión fue examinada en su momento por el Museo de las Leyendas de Buenos Aires y además contaba con un certificado de autenticidad obtenido en la República Oriental del Uruguay.
Además, se incluyó una declaración jurada de quien fuera su dueño hasta este domingo, el coleccionista Rony Almeida, quien la obtuvo -según Juliens- de manos de Julio Humberto Grondona.
La subasta, llevada a cabo por esta tienda de California, tuvo a la camiseta albiceleste con el número 10 como una de las estrellas. Rápidamente su precio inicial ascendió: en menos de 30 segundos, hubo cuatro ofertas por ella, que fueron de los 32.500 a los 40.000 dólares.
Finalmente, la oferta ganadora ascendió a 51.200 dólares, justo en el rango de lo que había estimado el personal de Juliens (entre 40 y 60 mil).
Lo significativo (¿habrá sido por la muerte de Diego el 25 de noviembre de 2020, o tal vez por la reciente consagración de la Selección argentina en la Copa América ante Brasil y en el Maracaná?) es que, de todos los ítems que esta casa ha subastado de Diego en la historia, este fue el más caro de todos.
Pero no fue la única camiseta por la que se pagó un dineral este domingo.
También entró en esta subasta la casaca con la que Maradona marcó su primer gol en la Selección argentina, en un amistoso del Sub-20 jugado el 8 de abril de 1977 ante Cipoletti de Río Negro. Esta prenda, una camiseta blanca con el escudo de la AFA y el 10 en la espalda, estuvo certificada por otra casa de subastas de renombre, la icónica Sotheby’s, y también por el Museo del Fútbol.
Por ella se superó el precio que esperaban en Juliens: la habían puesto en el rango de los 10 y los 20 mil dólares pero, tras seis ofertas, se terminaron pagando 28.000.
También se incluyó la casaca albiceleste que Maradona usó el 31 de octubre de 1993 en el repechaje contra Australia que marcó su vuelta a la Selección y que le permitió a la Argentina del Coco Basile clasificarse al Mundial de 1994.
Por esa se creyó que podía llegar a los 40 mil dólares, sin embargo se la llevó un ofertante que puso sobre la mesa 25.000 de la moneda norteamericana.
En este caso, la historia fue muy particular: después del partido que finalizó 1 a 1, Diego felicitó al australiano Robbie Slater al finalizar el juego y, según cuenta la leyenda, le pidió a Claudia Villafañe si podía acercarse al vestuario de los Aussies para ofrecerle cambiar las camisetas.
«Uno no le iba a decir que no a la esposa de Diego», se sinceró en su momento el Socceroo, que terminaría siendo invitado por el propio Maradona al vestidor argentino y allí recibiría la reliquia número 10 que conservó hasta ahora.
¿Por qué decidió entregarla? A principios de año se le acercó la gente de Juliens para ofrecerle ponerla a disposición de esta subasta. «Lo había estado pensando bastante tiempo», le reconoció Slater a Sky Sports en su país. Y agregó: «Creo que (la camiseta) merece estar con alguien que sea un fanático de Argentina. Hay muchos de ellos, y están locos, así que creo que terminará allí». En ese momento también dijo que destinaría parte de la ganancia a alguna obra de caridad.
Una de las sorpresas de la subasta fue lo que ocurrió con una casaca del Napoli. Porque no se trató de una que utilizara Diego en cancha, sino de una que simplemente firmó en 2007.
Y pese a empezar la ronda con un valor estimado de entre 400 y 600 dólares, terminó yéndose por nada menos que u$s 12.800 tras 17 ofertas que arrancaron en los 1.500 y fueron escalando en menos de cinco minutos.
También se subastó una camiseta de Maradona de su etapa en el FC Barcelona: una número 10 que utilizó en la temporada 1983-84 y que fue acompañada por un certificado de autenticidad aportado por Marcos Teixeira, excoordinador de la Confederación Brasileña de Fútbol que la tenía en su colección personal. Esta casaca se vendió en 7.680 dólares.
Sin dudas, ninguna de estas camisetas fue el ítem más «extraño» que se incluyó de Maradona en esta subasta, que fue parte de la colección «Leyendas del Deporte» y que tuvo como máxima «estrella» -y más cara- la camiseta de LeBron James de su etapa colegial por la que se pagó más de medio millón de dólares.
Lo más curioso tampoco fue una prenda. Se trató de una medalla del campeonato Sudamericano Sub-20 de 1977, que Maradona jugó con la Selección con apenas 16 años.
Otro dato extraño es que Argentina, en aquel torneo, ni siquiera se clasificó a la ronda final: no ganó ningún partido y terminó sexta entre 9 países. Sin embargo, Maradona se llevó una medalla: se la regaló el utilero de la selección de Uruguay, campeona del certamen.
Más rarezas: ¿Quién fue el dueño de la presea hasta ahora? Uno de los grandes amigos del Diez: Julio Olarticoechea, que se desprendió de ella.
Fuente: Clarin.com
