La guerra está incentivada por la Macrociencia. En ella, los objetivos no son únicamente científicos ni tecnológicos sino que pueden variar desde el avance en el conocimiento hasta mejorar la capacidad defensiva y ofensiva del ejército así como también, ganar una guerra. La Macrociencia es un preludio de la Tecnociencia (siglo XX), la cual tiene valores que no son sólo epistémicos como en la ciencia moderna sino además técnicos, económicos, ecológicos, militares, entre otros. Quiero detenerme en estos últimos, la Tecnociencia está basada en relaciones muy estrechas con el poder militar, hay una militarización parcial de la Tecnociencia, es decir, parte del conocimiento científico y las innovaciones tecnológicas devienen confidenciales y hasta secretas, rompiéndose uno de los valores básicos de la ciencia moderna: la publicidad del conocimiento. Si bien la tecnología y ciencia pública siguen existiendo, lo que se da a conocer son aquellas informaciones e invenciones que han sido descatalogadas como confidenciales porque ya se han vuelto obsoletas, o bien fueron superadas por otras innovaciones. Es por esto, que la Tecnociencia, no sólo es creativa debido a que busca la innovación tecnológica sino además, destructiva. La pregunta es, ¿por qué? Y allí nos encontramos con que la base está compuesta de múltiples caras: intereses económicos, políticos, religiosos y sobre todo hay un interés de poder, de subordinación. En el fondo, creo, existe la necesidad de un Amo y un Esclavo (entiéndase que puede tratarse de sociedades completas, ya sea en el rol del Amo, o bien del subordinado). Pero no hablo de la esclavitud de la Edad Antigua aproximadamente, sino de una más avanzada, quizás emergente, una esclavitud psicológica implícita. Aquella en la que el poderoso “reina” ante los subordinados intensificando su miedo, temor, angustia, expectativa de muerte. Y es aquí en donde los inocentes siempre terminan siendo los más perjudicados. Porque ¿a quién recurrir cuando el único que tiene la capacidad para detener una guerra es el único que la incentiva? No hablo de culpas, de bandos diferentes sino que hablo de falta de moral, empatía, ética, valores que no priman en esta Era. La guerra es un medio que utilizan aquellos que no saben consensuar a través del diálogo, y cuán perdidos debemos estar para que la palabra pierda su valor principal, comunicar, y sea reemplazada por una acción, como lo es Matar.
Por AGUSTINA FERRAGUTTI.
