LAS FILIAS Y LAS FOBIAS
Las filias (del griego philos, amor y sufijo –ia, cualidad) refieren a la afición, el amor o la atracción que se puede sentir por algo. Se trata de lo contrario a las fobias (del griego Fobos, pánico; hijo de Ares y de Afrodita en la mitología griega, personificación del miedo): trastorno de ansiedad que se caracteriza por miedo, odio, rechazo o aversión excesivos, intensos, irracionales y desproporcionados a objetos o situaciones concretas que representan poco o ningún peligro. Es conveniente aclarar que las filias se consideran normales, salvo cuando generan daño o sufrimiento o cuando interfieran con la vida laboral o social de quienes las padecen. En estos últimos casos se hablará de patologías y se añadirá otro sufijo: -manía. En este artículo no se hará referencia a parafilias (patrones de comportamientos sexuales). En cuanto a las fobias, los especialistas diferencian tres tipos: fobia social (miedo desproporcionado a la posible evaluación negativa que hagan de nosotros); fobia específica (miedos localizados en objetos, animales o sitios específicos) y agorafobia (miedo a los espacios abiertos).
Algunos ejemplos de filias: estigmatofilia: amor y fascinación por los tatuajes y pírsines (la palabra inglesa piercing está adaptada al español con esta grafía: pirsin, singular; pírsines, plural); autofilia: amar la soledad; agorafilia: atracción por los espacios abiertos; acrofilia: atracción por las alturas; cinefilia: interés por el cine, la teoría y la crítica cinematográfica; astrafilia: amor por las tormentas, rayos y truenos; bibliofilia: amor por los libros; canofilia o cinofilia: amor por los perros; captotrofilia: atracción a verse reflejado en objetos o espejos; elefilia: atracción por los tejidos; nictofilia: atracción a la oscuridad; odofilia: atracción por los viajes; ofidiofilia: atracción hacia las serpientes; pirofilia: atracción hacia el fuego…
En cuanto a las fobias, son muchos y variados los ejemplos que tienen que ver con los miedos en las personas; por ejemplo: falacrofobia: miedo a quedar calvo; agmenofobia: a elegir la fila que avanza más lento; macrofobia: a las largas colas; lacanofobia: a los vegetales; acrofobia: a las alturas; claustrofobia: a espacios cerrados; hemofobia: a la sangre; belonefobia: a las agujas o a objetos puntiagudos; turofobia: al queso; xantofobia: al color amarillo; hexakosioihexekontahexafobia: al número 666; crematofobia o crometofobia: al dinero; filofobia: a enamorarse; fagofobia: a comer y a tragar; hafefobia: a ser tocado; sofofobia: a aprender; somnifobia: a dormir; coulrofobia: a los payasos; ombrofobia: a la lluvia; hipopotomonstrosesquipedaliofobia: a las palabras largas; omfalofobia: a los ombligos; hilofobia: a los árboles; triscaidecafobia: al número 13; papafobia: al papa; uranofobia: al cielo; pogonofobia: a las barbas; basofobia: miedo a caerse…
Evidentemente son muchas las filias y las fobias; ahora sólo resta descubrir cuáles son las tuyas, memorizar sus nombres y, en algunos casos, aprender a pronunciarlas.
Por MARCELA RUIZ – Profesora de Castellano, Literatura y Latín / Escritora
