Según la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, el español es la segunda lengua más hablada del mundo, con 400 millones de hablantes nativos, detrás del chino mandarín y por delante del inglés y del hindi/urdu. El alemán y el francés se incluirían en el grupo de las que tienen entre 50 y 100 millones de hablantes. Y los estudios de prospectiva están de acuerdo en que el inglés, el español y el chino serán las tres lenguas de comunicación internacional durante el siglo XXI. Se ha convertido en los últimos años en una lengua de comunicación internacional. Su dominio demográfico (es la lengua de más de veinte países) le adjudica características como la practicidad y la utilidad.
Tiene un fuerte impacto en Estados Unidos: es el segundo país (será el primero en 2050) en número de hispanohablantes después de México. El director del Instituto Cervantes de Nueva York (Eduardo Lago) vaticina que EE. UU. “acabará siendo un país bilingüe, con una proporción de 3 a 1 a favor del inglés. Lo que pasa es que el español, lengua americana por excelencia, primera lengua de América, está empujando por el Norte y por el Sur: por el Norte está abriéndose paso en Estados Unidos como lengua materna (y extranjera) y por el Sur como lengua extranjera, en Brasil, donde hay avidez (léase necesidad) por dominar el español. Resulta un poco absurdo hacer proyecciones, salvo una: la potencia del español está en sus primeros pasos en cuanto a lo que va a ocurrir en el futuro. El español hará realidad el sueño imposible de Bolívar de unir a toda América”.
Por su parte, José Luis García Delgado, director de la investigación Valor económico del español (Fundación Telefónica) sostiene que el español “es un activo inmaterial cuyo valor aumenta al crecer el número de quienes lo hablan y su capacidad para servir de medio de comunicación internacional. En esta última faceta se centra el estudio que está realizando Fundación Telefónica. Si se considera solo el componente de lengua de cada actividad económica, comenzando por las industrias culturales, el español supone cerca del 16% del PIB de España; pero su valor diferencial como gran lengua internacional exige el análisis de sus efectos multiplicadores sobre los flujos migratorios, comerciales y financieros” y agrega que “una lengua común es como una moneda común: reduce los costes de casi cualquier tipo de intercambio económico; además, facilita una familiaridad cultural que acorta la distancia psicológica. Es, en suma, un factor de dinamización mercantil (…). Los profesores Jiménez y Narbona han calculado que la lengua supone un factor multiplicativo del comercio entre los países que la comparten en torno al 190%, porcentaje que alcanza casi el 290% en el caso del español”. Comentó, además, que dos profesores de la Fundación Telefónica, Alonso y Gutiérrez, “han estudiado el efecto positivo de la lengua común en la determinación del país elegido como destino del emigrante. El flujo de inmigrantes iberoamericanos a España ha sido casi tres veces superior (2,7) al que sería si no compartiéramos la lengua. Y el dominio del español por parte de los inmigrantes, además de generar ahorro de costes en los servicios sanitarios y educativos prestados en España, facilita el acceso al empleo y mayor movilidad laboral ascendente, generando diferencias positivas de salarios de hasta el 30%”. García Delgado también asegura que “el español es la segunda lengua de comunicación internacional en la Red, a distancia del inglés, pero por delante del francés, el alemán, el ruso, el árabe o el italiano, que son también lenguas de alcance multinacional. De los 1.750 millones de usuarios de Internet, en español lo hacen 136 millones, lejos de los 480 en inglés, pero muy por delante de los 80 en francés, 65 en alemán, 50 en árabe o 45 en ruso. En chino lo hacen 390 millones, pero es lengua solo nacional. Las páginas web guardan proporciones equivalentes”.
Por último, el director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, Antonio María Ávila, sostiene que “España es la cuarta potencia editorial del mundo, solo superada por el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos (…). Los libros suponen el 1% de la exportación de mercancías españolas.
Este es el panorama actual de la lengua que compartimos y es apenas un esbozo de su crecimiento futuro.
Por MARCELA RUIZ – Profesora de Castellano, Literatura y Latín / Escritora