LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE TOKIO LLEGARON A SU FIN

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El evento se desarrolló en el estadio olímpico de la capital japonesa, con un impactante show de luces y efectos especiales. Cómo se inició la transición hacia París 2024.

Luego de 17 días de intensa competencia, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 llegaron a su final este domingo con la tradicional ceremonia de clausura. La misma se desarrolló en el estadio olímpico de la capital japonesa y, al igual que ocurrió con la apertura, no hubo público (el recinto tiene capacidad para 60 mil personas) en las gradas como parte de las medidas preventivas dispuestas por las autoridades del país anfitrión en el marco de la pandemia de coronavirus.

El evento, que duró dos horas, arrancó con un video que resumió la actividad de las distintas disciplinas y los momentos más emotivos. Luego hubo fuegos artificiales sobre el techo del estadio, donde tras la presentación de las autoridades japonesas y del Comité Olímpico Internacional, se dio lugar al ingreso de la bandera nipona con deportistas y referentes de otras áreas debido a que se buscó dar un mensaje de inclusión.

La ceremonia tuvo todo el color y la pasión del evento deportivo más importante del planeta. El lema central del evento fue “Los mundos que compartimos”, que expresó la idea de que cada uno de nosotros tiene su propio mundo interior, según comentaron los organizadores.

El evento tuvo por objetivo no solo celebrar los enormes esfuerzos que hicieron los atletas a lo largo de toda la competencia, sino también resaltar sus valores y que las próximas generaciones puedan conocerlos.

Como de costumbre, contó una vez más con el desfile de las delegaciones de más de 200 países participantes. Por Argentina, fue abanderado es Pedro Ibarra, hoy ya ex integrante del seleccionado hockey masculino. El ganador de la medalla de oro en Río de Janeiro 2016 anunció su retiro del combinado nacional luego de esta competencia.

Los abanderados ingresaron y fueron hacia el centro del campo hasta un sector donde se ubicaron todos juntos. Después fue el turno de las delegaciones con el resto de los deportistas que se quedaron y pudieron decir adiós a la competencia de manera emotiva y saludar a sus colegas que ya emprendieron la vuelta a sus hogares.

Quienes entraron en el campo de juego a saludar no ocultaron su alegría y emoción por vivir un momento único. Los saludos, fotos y video entre ellos fueron moneda corriente.

También en el cierre tuvieron su momento los voluntarios, quienes hicieron un trabajo fundamental sin recibir ninguna remuneración económica. Hubo un reconocimiento hacia el más joven de ellos, que tiene 19 años y el más longevo, 91.

Más tarde comenzó un impactante juego de luces de colores que fue acompañado por los flashes de los celulares. Los fuegos artificiales continuaron y se vio un efecto especial donde en la transmisión se vieron los cinco aros olímpicos suspendidos.

Acto seguido, artistas locales dieron forma a un show musical con una banda en vivo, un DJ y bailarines, además de exhibiciones en bicicleta y de acróbatas sobre la tarima armada en el centro del campo.

Luego una orquesta empezó a tocar el Himno de la Alegría (Novena Sinfonía de Beethoven). Mientras tanto, las cámaras siguieron enfocando a los deportistas que desbordaron de orgullo mostrando sus medallas.

Además, se entregaron medallas a quienes participaron de las últimas competencias de atletismo, en este caso del maratón. Kenia, mostró su poderío en la disciplina, donde sus mujeres ganaron las medallas doradas y plateadas, mientras que en la rama masculina, obtuvieron la presea dorada.

Más tarde hubo demostraciones culturales niponas, con una bailarina y con un video producido con antelación donde entonaron una canción autóctona y se pudo ver una imagen con el tradicional sol naciente, típica postal de la nación asiática.

El evento continuó con la entonación del Himno Olímpico. A su vez comenzó la transición hacia los Juegos de París 2024. Un sector de las tribunas fue iluminado con los colores de la bandera gala y una orquesta tocó La Marsellesa, acompañado por un video que mostró lugares icónicos de la “ciudad de la luz”. Se sumó un astronauta francés tocando el saxo en la central espacial europea.

Las imágenes de la bienvenida a París siguieron con una multitudinaria congregación en la Torre Eiffel donde se mostraron anticipos del evento, aviones que desplegaron los colores de su bandera y el saludo del presidente de ese país, Emmanuel Macron.

Pero todavía falta para la cita en la capital francesa y habrá más actividad en tierras japonesas. La próxima edición de los Juegos Olímpicos, sino que antes habrá tiempo para disfrutar de otro evento deportivo de excelencia, como lo serán los Juegos Paralímpicos, que se extenderán desde el próximo 24 de agosto hasta el 5 de septiembre, también en Tokio.

En el cierre, el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach reconoció el esfuerzo de todos los japoneses por haber podido llevar a cabo los Juegos en medio de una pandemia y con todas las restricciones y complicaciones del caso.

“Estos fueron los Juegos de la fe y esperanza. Ustedes, pueblo de Japón pueden, estar orgullosos de lo que lograron. Agradecimiento especial a todos los voluntarios. Estos fueron Juegos sin precedentes y les quiero agradecer a las autoridades de todos los niveles”, subrayó Bach.

Entre lo destacado, para Argentina claro, estuvieron una medalla de plata de las omnipresentes Leonas, el mejor seleccionado femenino de todos los tiempos, y dos bronces históricos de Los Pumas 7s y del vóley masculino, que rompió todos los pronósticos ganándole a Brasil, el último campeón.

Para Latinoamérica no faltaron las grandes gestas, destacándose Yulimar Rojas, quien rompió el récord mundial de salto triple para convertirse en la primera mujer venezolana que se consagra campeona olímpica y las mejores actuaciones brasileña y ecuatoriana de la historia.

Allyson Felix estableció un récord estadounidense con 11 medallas en el atletismo para despedirse del entramado olímpico; hubo una notable cosecha de medallas del anfitrión, casi duplicando su mejor actuación previa; la aparición del surf, el skate y la escalada como deportes populares y viables en el programa, incluso cuando un tifón hizo más bravas las olas para los surfeadores durante la primera semana.

Toda justa olímpica es un microcosmos del mundo que refleja y esta lo reflejó como nunca. Su antesala y las dos semanas de competencias estuvieron marcadas por una infinita cantidad de pruebas de diagnóstico de COVID-19 a través de la saliva, para los atletas, el personal, los periodistas y los visitantes.

Se detectaron algo más de 400 positivos desde el 1 de julio, muy por debajo del dato fuera de la burbuja olímpico, donde el incremento de los casos provocó que el gobierno japonés ampliara el estado de emergencia.

Y, desde luego, está el otro microcosmos del ser humano que quedó expuesto en estos Juegos: la acuciante presión con que los mejores deportistas deben lidiar, compitiendo al máximo para ganar a cualquier costo. La interrupción de esa narrativa, al aflorar los suplicios de la gimnasta Simone Biles y de la tenista Naomi Osaka en particular, permeó y abrió un debate entre los atletas que todo el mundo anticipa que continuará.

«Al final de cuentas, no sólo somos entretenimiento. Somos humanos y hay cosas detrás de escena con las que debemos lidiar», dijo Biles tras retirarse de la final por equipos en la gimnasia.

De esta forma se dieron por concluidos los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que quedarán en la historia por haberse llevado a cabo en un marco inédito por la pandemia. El evento sufrió la postergación de un año, pero pudo plasmarse y será inolvidable.