«NO TODO EL MUNDO TIENE PRIMAVERAS», por LUCRECIA MARTINI

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EXTRAÑAS CRIATURAS 

 

NO TODO EL MUNDO TIENE PRIMAVERAS

“Giros… dar media vuelta y ver que pasa allá afuera, no todo el mundo tiene primaveras…” , repite la letra de la reconocida canción de Fito Páez en tanto se anuncia el #quedateencasa. La pandemia que estamos atravesando y nos atraviesa ha potenciado conductas, acciones o inacciones en los animales humanos, nada de lo que sucede es nuevo. Mientras seguimos cuidándonos y cuidando al otro también podemos dar un giro que nos permita reconocer otras realidades, otras necesidades. En las siguientes líneas los convoco a dar media vuelta y ver qué pasa allá afuera.

Casilda es una ciudad de alrededor de 40 mil habitantes, en los últimos años fue creciendo y extendiéndose hacia distintos puntos, aunque sin dudas barrio Nueva Roma y sus sectores son eco demográfico de este movimiento. Las vías del ferrocarril no solo marcan la división de un lado y otro, también delimitan las carencias y oportunidades. Las precarias casas se han levantado antes de un proyecto que preparara terrenos y servicios, cuando debería ser a la inversa.

Animales humanos y animales no humanos conviven en un ambiente hostil, donde la visión antropocentrista no permite entender que la salud es una sola y que su abordaje debe ser integral. Niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y animales se relacionan a diario entre las enfermedades que ambos pueden transmitirse y prevenirse tan solo con contemplar a todos y brindarles las mismas opciones. Promoción y prevención de la salud, actuar sobre las causas y no sobre las consecuencias.

Resulta paradójico que en una ciudad que cuenta con una de las dos facultades nacionales de Ciencias Veterinarias de la Provincia de Santa Fe, algunos ciudadanos y sus animales, no tienen acceso a servicio veterinario. ¿Por qué menciono que la pandemia ayudó a resaltar lo bueno y lo malo que ya pasaba?, porque cuando más se necesita la presencia del Estado y de un servicio público, éste está ausente. Para los que no pueden afrontarla, en movilidad y económicamente, la única manera de recibir atención veterinaria es a través de la ayuda de voluntarias, voluntarios y agrupaciones que hacen enormes esfuerzos para sostener su labor.

Entre las actividades esenciales que el gobierno nacional permitió desde el inicio de la cuarentena, la atención veterinaria en clínicas privadas estuvo autorizada, con más razón debería funcionar un servicio público. Entonces: ¿por qué cerró sus puertas el consultorio veterinario de atención primaria de Nueva Roma C?, convenio entre el municipio y la facultad. ¿Por qué desde la facultad de Cs. Veterinarias nunca respondieron la carta abierta que las agrupaciones unidas le enviaron al Decano?, ¿Sirven los convenios o son solo una pantalla para decir que están haciendo algo mientras no están haciendo nada?. ¿Por qué nadie se hace cargo?.

Las decisiones suelen tomarse desde lugares cómodos y alejados, el que ayuda, transita las calles de tierra, ingresa a las casas de chapa, escucha historias de vida, se conmueve, se enoja, lo desborda la impotencia y sigue gestionando y accionando, no se queda relajado, el que ayuda, se sigue cuidando, sigue cuidando al otro y da media vuelta y ve que pasa allá afuera.

 

Por LUCRECIA MARTINI – Licenciada en Comunicación Social / Proteccionista