Más de 200 profesionales pediatras del sistema de salud público solicitaron a través de un escrito «la resolución inmediata de los problemas que vulneran el derecho al acceso a la población pedriática». Firman médicos de numerosos efectores de salud pública, entre ellos del Hospital “San Carlos” de Casilda. El texto completo.
Entre los meses de mayo y agosto se produce un incremento de las enfermedades respiratorias en niños y niñas con un pico general que suele darse en julio por la circulación de virus estacionales.
En este contexto, pediatras y profesionales del sistema de salud público, bajo la denominación de PEDIATRAS EN LUCHA POR LA SALUD DE NUESTRAS INFANCIAS, piden mejores condiciones laborales y reclaman por déficits de planificación, estructurales y de recurso humano.
Lo hicieron a través de un escrito distribuído a los medios de comunicación de Rosario, Santa Fe Capital y también diversas localidades, como Casilda, y ha sido enviado al Gobernador de la Provincia Omar Perotti y a la Ministra de Salud del Gobierno de Santa Fe, Sonia Martorano.
“Estos afectan especialmente a la población pediátrica, con mayor gravedad, en niños pequeños y con comorbilidades. Esta situación, no ocurrió con la misma magnitud desde el 2020 a la fecha, por el aislamiento preventivo durante la pandemia. Lamentamos que no se pudieran realizar gestiones que eviten el riesgo al que se exponen los usuarios del sistema de salud público, que sabemos son el sector de la población más vulnerable”, explayan en el escrito.
En ese mismo sentido, aseguran que “históricamente se realizaron actividades de consenso, adecuación de los servicios, en cuanto a camas de internación, incremento de profesionales de refuerzo, provisión de insumos y medicamentos, capacitaciones locales y regionales, con el armado de una red de complejidad creciente consensuada, entre los diversos servicios y sus posibilidades”.
Sin embargo, en lo que va del 2023, ”no se tomaron decisiones políticas al respecto” y se evidencian las consecuencias de la “falta de planificación”. Asimismo, enumeraron en un listado de cinco puntos cuáles son los más urgentes:
1) Déficits de camas de internación pediátrica. Entre el que se cuenta el cierre de las 30 camas de internación del Hospital Centenario y guardia externa pediátrica en dicho efector, el Hospital Gamen, cómo así también efectores privados como es el caso de la UOM con el cierre de sala de pediatría y UTI pediátrica.
2) Déficit de personal de salud en cantidad y calidad, el cual ya era insuficiente previo al inicio de la alta demanda estacional por el incremento del número de usuarios en el sistema público y precarización laboral de trabajadores.
3) Déficit de insumos.
4) Falta de organización de la red. Con severas dificultades en la derivación de pacientes entre efectores de distintos niveles de complejidad, que garanticen atención oportuna, fundamentalmente desde el primer nivel de atención a los otros, en forma ordenada.
5) Los bajos salarios, la contratación irregular, que obligan al multiempleo, sumado al cansancio y desgaste originado por la pandemia, todavía no reparado con descanso suficiente, suman a las deficitarias condiciones de trabajo de todo el equipo que trabaja en salud.
En tal sentido, sostienen que es un escenario que atenta seria y directamente “contra los procesos de atención adecuados y pone en serio riesgo la vida de la población pediátrica, como también su salud, entendiendo su impacto en la morbimortalidad y secuelas a corto y largo plazo de niños, niñas y adolescentes”.
El escrito está firmado por médicos y médicas pediatras de distintos efectores de salud pública, entre ellos, del Hospital “San Carlos” de Casilda.
Este es el texto completo:
«PEDIATRAS EN LUCHA POR LA SALUD DE NUESTRAS INFANCIAS
Como es de público conocimiento, ocurre anualmente un incremento de enfermedades respiratorias en niños y niñas entre los meses de Mayo a Agosto habitualmente, y con un pico en general, en el mes de Julio, por la circulación de virus estacionales.
Estos afectan especialmente a la población pediátrica, con mayor gravedad, en niños pequeños y con comorbilidades.
Esta situación, no ocurrió con la misma magnitud desde el 2020 a la fecha, por el aislamiento preventivo durante la pandemia.
Lamentamos que no se pudieran realizar gestiones que eviten el riesgo al que se exponen los usuarios del sistema de salud público, que sabemos son el sector de la población más vulnerable.
Históricamente, se realizaron actividades de consenso, adecuación de los servicios, en cuanto a camas de internación, incremento de profesionales de refuerzo, provisión de insumos y medicamentos, capacitaciones locales y regionales, con el armado de una red de complejidad creciente consensuada, entre los diversos servicios y sus posibilidades.
Este año, ya evidenciando las consecuencias de la falta de planificación, aún no se tomaron decisiones políticas al respecto.
Debemos hacer especial hincapié en déficits de planificación, estructurales y de recurso humano que enunciamos a continuación:
1- Déficits de camas de internación pediátrica. Entre el que se cuenta el cierre de las 30 camas de internación del Hospital Centenario y guardia externa pediátrica en dicho efector, el Hospital Gamen, cómo así también efectores privados como es el caso de la UOM con el cierre de sala de pediatría y UTI pediátrica.
2- Déficit de personal de salud en cantidad y calidad, el cual ya era insuficiente previo al inicio de la alta demanda estacional por el incremento del número de usuarios en el sistema público y precarización laboral de trabajadores.
3- Déficit de insumos.
4- Falta de organización de la red. Con severas dificultades en la derivación de pacientes entre efectores de distintos niveles de complejidad, que garanticen atención oportuna, fundamentalmente desde el primer nivel de atención a los otros, en forma ordenada.
5- Los bajos salarios, la contratación irregular, que obligan al multiempleo, sumado al cansancio y desgaste originado por la pandemia, todavía no reparado con descanso suficiente, suman a las deficitarias condiciones de trabajo de todo el equipo que trabaja en salud.
Este escenario atenta seriamente contra los procesos de atención adecuados y pone en serio riesgo la vida de la población pediátrica, como también su salud, entendiendo su impacto en la morbimortalidad y secuelas a corto y largo plazo de niños, niñas y adolescentes.
Desde nuestros espacios de trabajo, estamos realizando un esfuerzo inconmensurable para lograr los mejores resultados posibles, nos une la responsabilidad por el cuidado y el deber que asumimos en el ejercicio profesional. Nos vemos en la obligación ética de informar claramente que de no tomar medidas urgentes las consecuencias evitables serán responsabilidad absoluta de quienes no gestionaron una respuesta acorde a la actual necesidad en salud de la población.
Solicitamos, por este medio, inmediatez en resolver los problemas enumerados.
Deslindamos toda responsabilidad, ante la vulneración del derecho al acceso a la salud de nuestra población pediátrica que ocurriese en este contexto crítico.
A la espera de una pronta y favorable respuesta, Personal de Salud de APS Provinciales, Municipales, Hospital Roque Sáenz Peña, Hospital de Niños Zona Norte, Hospital de Niños Víctor J. Vilela, Hospital Alberdi, Hospital Eva Perón,Hospital Provincial de Rosario, Hospital Centenario, Hospital Gamen VGG, Hospital Granaderos a Caballo San Lorenzo. Hospital Regional Venado Tuerto, SAMCO y Centros de Salud Municipales de Puerto General San Martín, Hospital San Carlos de Casilda, SAMCO Arroyo Seco, SAMCO Zavalla, SAMCO San Genaro, SAMCO Álvarez, SAMCO Piñero, Hospital Gral. San Martín de Firmat».