Según un estudio de Sociedad Rural Argentina, se trata de la Provincia más afectada por el clima y perdería el 10% de su Producto Bruto. Preocupación y pedidos urgentes a la Nación.
La sequía se siente en la actualidad, pero sus efectos devastadores se verán a lo largo del tiempo. Esa es la particularidad, llamativa y cruel, que presenta un fenómeno de estas características. En la campaña 2022/23, no distingue actividades y tampoco regiones. Lamentablemente arrasó con todo: cultivos, ganado, pasturas y más.
En este escenario calamitoso, hay zonas que se llevan la peor parte. La región núcleo es, sin dudas, de las más damnificadas por el clima. De hecho, a la falta de lluvias deben sumársele heladas bien tempranas (ocurridas en febrero) y elevadas temperaturas durante marzo, paradójicamente mes donde comienza el otoño.
Por eso, Santa Fe se ha convertido en una especie de “epicentro” del desastre productivo. Desde el Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina (SRA) advirtieron que las pérdidas en la provincia llegarían a U$S 4.500 millones. Agricultura, ganadería (carne y leche) y economías regionales (con el cinturón frutihortícola como protagonista) sufrieron los embates climáticos de principio a fin.
“De los U$S 22.000 millones que faltarán en el país por la baja de producción y de exportaciones, entre el 21 y el 22% de esa falta va a sufrirla Santa Fe”, analizó Nicolás Pino, Presidente de la entidad, el último viernes en Rosario en el marco de un encuentro institucional que contó con la participación de directores de diversas zonas del país como Entre Ríos, La Pampa, Buenos Aires, Corrientes y Córdoba. También, el Gobernador Omar Perotti y el Ministro de la Producción, Daniel Costamagna, se acercaron a dialogar con los productores.
Según Pino, la Provincia de Santa Fe perderá el 10% de su Producto Bruto, mientras los anuncios del Gobierno nacional brillan por su ausencia. “Esto nos demuestra que los anuncios no se implementaron y vemos con gran preocupación que el acceso tanto a las homologaciones de las declaraciones de emergencia, a las medidas financieras como a las fiscales, se encuentra limitado, no disponible o se torna difícil para los productores”, advirtió Pino.
Y concluyó: “los instrumentos vigentes de la Ley de Emergencia resultan insuficientes para afrontar una situación de crisis climática de tal magnitud; la falta de emisión de algunos decretos, problemas para acceder al crédito y la suma por parte de la AFIP de más burocracia y restricciones para acceder a los beneficios de la Ley de Emergencia, entre otros.
Fuente: ECO365
