Andrea Cepeda tenía apenas 49 años. Era docente, radicada en Los Molinos, y ejercía su profesión y su vocación en Casilda, específicamente en la Escuela «Manuel Leiva», la «Normal».
Desde hace varios días, Andrea venía luchando por su vida, habiendo contraído Covid. Las redes sociales se colmaron de pedidos de cadena de oración, de buenos deseos, de buenas energías, por parte de colegas, alumnos, vecinos en general.
Lamentablemente, en la noche de este miércoles, se conoció la noticia que nadie quería esperar. Andrea, pese a su tenaz pelea, no había podido vencer al odiado virus, convertido en pandemia.
Desde ese momento, las mismas expresiones que se habían manifestado esperando su recuperación, se convirtieron en palabras de hondo pesar, de dolor, de bronca y rebeldía.
Desde establecimientos educativos, a docentes, ex alumnos y personas que la conocieron, así como también de parte de quienes sin conocerla reaccionan con lógica pena ante la muerte, se entrelazaron cobijándola, recordándola, haciéndola presente.
Indudablemente, Andrea Cepeda supo ganarse desde el aula y desde la vida tanto cariño y tanto reconocimiento.
Indudablemente también, su partida deja otra marca indeleble: la enorme tristeza que esta pandemia impiadosa deja en cada uno de nosotros y en nuestras comunidades, por cada persona que deja de estar en este plano y entre nosotros.
Descanse en paz, Profe. Un abrazo al Cielo. Desde «La Nueva Senda Digital» lamentamos profundamente tu partida.
