Marilyn Rege y Mónica Rege, integrantes de la ONG «Prohibido Olvidar», visitaron los estudios de FM 107.3 – RADIO DEL SUR, y se refirieron a los siniestros viales y la Ruta Nacional 33.
El Grupo «Prohibido Olvidar» es una ONG que desde hace años viene militando por la seguridad vial. Una nueva tragedia, la ocurrida el pasado viernes en Ruta 33, entre las Localidades de Villada y Chabás, viene a sumar un nuevo episodio de profundo dolor.
Dos de sus integrantes, Marilyn y Mónica Rege, estuvieron en los estudios de RADIO DEL SUR, y se expresaron al respecto:
«Parece ser que ante tantos accidentes, reaccionamos sólo cuando en un siniestro pierden la vida más de una persona, tal como este viernes, o hace unos días cuando murieron dos hermanos en cercanías de Pujato. Lamentablemente hay accidentes con muertes muy frecuentemente, y ante cada pérdida, una familia que llora de por vida», dicen.
Expresan que «el estado de la Ruta 33 es una verdadera trampa mortal. La autopista parece nunca se concretará, y transitarla es un riesgo de vida para quienes lo hacen. Hemos pedido, hemos tramitado, hemos insistido, pero nadie hace nada, y siguen muriendo personas».
«Quienes tienen que gestionar son los funcionarios. Nosotros como ONG, o los ciudadanos, podemos firmar planillas, realizar protestas, concientizar con campañas, pero sin quienes nos representan no gestionan de verdad, recurriendo a quienes tienen que decidir, nada va a cambiar. Ellos son nuestros representantes, y deben representarnos en este pedido. Pero no se percibe lo hagan, todo queda en palabras», aseveran.
Agregan que «además del estado de las rutas, hay que considerar también la negligencia de algunas personas. No respetan las normas de seguridad vial, tienen desprecio a la vida, tanto propia como ajena. Y esto lo vemos a diario: personas que conducen a velocidades mayores que las permitidas, que se adelantan indebidamente en las rutas, o conducen mientras miran el celular, o en estado de consumo de alcohol que supera lo permitido. No hay sanciones efectivas, y las multas, si llegan, llegan mucho tiempo después».
«Por cada tragedia hay madres, padres, amigos, que llevan sobre sí un dolor inmenso toda la vida. Y lo peor es cuando se está seguro que esa tragedia se podría haber evitado», detallan.
Con respecto a reuniones o encuentros con los Gobiernos, manifiestan que «somos recibidas, pero no hay un trabajo que podamos definir como concreto. Cada vez se muestran más lejanos, como si la problemática no les interesara. Vamos a seguir trabajando, pero sentimos impotencia y enojo ante tanto que se debe hacer y no se hace».
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