EL RECURRENTE TEMA DE LA INSEGURIDAD

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Hasta no hace mucho tiempo, era solamente a través de los medios de alcance nacional que presenciábamos ciertos hechos delictivos como propios de grandes ciudades y absolutamente ajenos a la tranquilidad de nuestro ´pago chico´. Más allá del paso del tiempo y que todas nuestras localidades han crecido tanto demográfica como urbanísticamente, nos sentíamos a salvo de episodios traumáticos graves relacionados con la inseguridad. Sin embargo, desde hace tiempo, no sólo hemos dejado de considerar esos episodios como lejanos, sino que los tenemos en nuestras calles, formando parte de las prioridades en cuanto a preocupación por parte de los ciudadanos.”

Diversos hechos ocurridos a través del tiempo en los últimos años abonan esa preocupación, convertida en una circunstancia concreta. Hurtos, personas sorprendidas por delincuentes al llegar a sus domicilios. Lejos estamos de aquellas épocas donde los hechos que más nos perturbaban eran las bicicletas o tendederos de ropa robados, sin dejar de considerar el mal momento sufrido por las víctimas”.

Evidentemente no nos hemos dado cuenta, no hemos sabido reaccionar a tiempo, ni adelantarnos a los sucesos que hoy son moneda corriente. Como si no hubiésemos tenido suficientes llamados de alerta. Como si hubiésemos estado distraídos en el mejor de los casos, o no asumiendo la gravedad del problema en su real dimensión.

A nivel provincial, la inseguridad es una de las más claras deudas pendientes del Gobierno socialista. Si bien el tema aparece como prioritario en la agenda política de Santa Fe, como en otras oportunidades.

A nivel de la Ciudad de Casilda –dejando en claro algo que no podemos confundir, es el Gobierno de la Provincia quien debe hacerse responsable de la seguridad de los ciudadanos-,  el Intendente Juan José Sarasola mantuvo diversas reuniones con autoridades políticas y policiales de la Provincia durante toda su gestión al frente del DEM local. Incluso en estos últimos días, donde se encontró con el Ministro de Seguridad de la Provincia, Maximiliano Pullaro, y con la plana mayor de la URIV y con el Su Jefe de Policía de la Provincia, Carlos Prost. Obviamente el tema lo preocupa, y a su Administración se le reclama gestione por cuanto medio le sea posible el auxilio de la jurisdicción Provincial. El Concejo Municipal y los legisladores provinciales y nacionales tampoco pueden permanecer ajenos.

Los hechos de los últimos días son ampliamente conocidos por todos. Robos a comercios y domicilios, hurtos, arrebatos en la vía pública, escruches, entraderas, y más vocablos del lenguaje tumbero que hemos asimilado como familiares.

Tan naturalizados como agradecer que nos roben sin golpearnos. Como el conformismo de que “pudo ser peor”. Y es claro que cuando se naturaliza lo extraordinario, el camino de regreso suele ser especialmente complejo y difícil.

Incluso, muchas veces se tiene la certeza de estar transitando un hilo muy delgado, donde la tragedia está a punto de ocurrir. Ojalá nunca ocurra. Ojalá se haga lo suficiente como para que no ocurra.

Para las próximas horas, se han convocado a dos eventos. Uno de ellos, organizado por el Centro Económico del Departamento Caseros, donde se reunirán autoridades políticas y policiales de la Región, junto con algunas entidades intermedias. Se esperaba la presencia de Pullaro, pero lo representará su número dos, el Subsecretario de Seguridad Provincial Dardo Simil.

Por otro lado, a través de las redes sociales, un grupo de vecinos y comerciantes convocaron a una marcha el mismo día y a la misma hora. La intención es reclamar en las calles, y dirigirse al Centro Económico con la intención de plantear sus inquietudes a las autoridades allí reunidas.

Los principales reclamos tienen que ver con la falta de prevención, de una tarea de inteligencia adecuada, de un más rápido poder de respuesta ante los hechos consumados y las denuncias, y luego el esclarecimiento de los episodios delictivos.

La gente considera, luego de paciente espera, que se terminó el tiempo de las palabras, Recuperar la tranquilidad que ha perdido la gente buena y honesta, inmensa mayoría, es indispensable. En este mismo momento, ya, ahora, y desde todos los ámbitos del sistema republicano, se debiera estar actuando en consecuencia.

 

GUILLERMO MONCLÚS