ATARDECER
(Décimas)
Ya la tarde moribunda,
se desangra en arrebol;
y cansino el viejo sol
anda buscando su funda.
Todo lo rojo abunda
en la pampa desolada,
suavemente tapizada
de amarillento verdor;
y un chingolito cantor…
despide su retirada.
Se va la tarde llorando,
emponchada de crepúsculo,
hacia el osario mayúsculo,
que su paso está aguardando.
Y que, al irla sepultando,
sobrecoge la extensión,
cual si un manto de crespón,
la cubriera de orfandad;
y en la postrer claridad…
quedara el mundo en unción.
Llega la noche cerrando
la negrura de sus fauces,
sobre la paz de los sauces
que, la brisa divagando…
maternal los va peinando
con sus besos encantados.
Más lejos diseminados
andan novillos pastando;
y un lechuzón vigilando…
se aposta en el alambrado.
En la dormida extensión
turba la calma un instante,
algún cencerro distante
como llamado a la unción.
En ese agreste blasón
brinda el campo su fortuna;
y en la desierta laguna
de aguas profundas y quietas,
sin miradas indiscretas…
se está bañando la luna.
Por ARGENTINO MOREYRA RAMOS