«RINCÓN LITERARIO», TEXTO de YAMIL JULIÁN DORA

0
199

Tengo cinco años. Estoy yendo al jardín con mi abuela y la tía María. Voy en el medio. Una mano para cada una. Mi abuela trabaja en un juzgado y no sé qué se hace en un juzgado. Tengo ganas de llorar porque no quiero ir al jardín. Quiero ir a mi casa. Quedarme con mi abuela y la tía María. Quedarme jugando. Lo más lindo del jardín es tomar la leche. Lo más lindo de mi casa es jugar en el patio. Ahora tengo cuarenta y cuatro años y tengo ganas de llorar. Como estoy en un bar no lloro porque todos me van a mirar. Mi abuela no está. Tengo cinco años y no sé por qué no me trajo mi mamá. Por qué hay que ir al jardín. A mí me parece que la gente que está en el bar también tiene ganas de llorar. Están todos solos. A veces me da miedo que nadie me venga a buscar. Cuando sea más grande no me voy a perder nunca. La tía María tiene la mano más chica que mi abuela. Mis manos son chicas. Una vez me dijeron que cuando hablo parece que en cualquier momento me voy a largar a llorar. La verdad es que no lloro para que mi abuela no se ponga mal. Para que la gente del bar no me mire.

 

Por YAMIL JULIÁN DORA

(De su nuevo libro, «Diez mil kilómetros de distancia»)