En el último tiempo, proliferan los ardides e intentos de engaño, muchas veces consumados, que personas inescrupulosas llevan a cabo tomando como víctimas a vecinos de nuestra Ciudad y región, especialmente a adultos mayores. De este modo, sea a través de llamados telefónicos, relatos engañosos o asumiendo roles falsos, procuran hacerse de dinero o bien objetos de manera mal habida.
Otro episodio de este tenor se sucedió en la tarde de este lunes, siendo alrededor de las 19 horas, en calle Chile al 2600 de Casilda. Un hombre llamó a un domicilio, cuando el dueño de casa salió el individuo se estaba alejando, el propietario lo llamó, y el primero se identificó como empleado de la Empresa Provincial de la Energía.
Bajo el argumento de tener que controlar ciertos aspectos técnicos de la vivienda, ingresó a la misma, habiendo sido franqueado su paso por el dueño. Una vez adentro, continuó con su engaño, hizo referencia a la necesidad de controlar cierta dependencia, y luego de un momento de palabras y movimientos, se marchó, manifestando volvería con más personal. Al retirarse, el propietario de percató de la faltante de una suma de dinero de $ 30.000 que conservaba en un armario.
En diálogo con el Programa «Primera Data» de Récord 91.1 – Radio Casilda, el Jefe de Cuerpos de la URIV de Policía, Sebastián Sanitá, dio precisiones sobre el hecho, dentro de lo prudente dentro de una investigación policial en marcha:
«Se trató de un hombre, que luego de golpear en la puerta de la vivienda de calle Chile al 2600, entabló un diálogo con el dueño de casa, asumiendo ser empleado de la EPE. Logró se se la franqueara el ingreso, y luego de continuar con su ardid, se marchó, luego de lo cual el dueño de casa advirtió la faltante de $ 30.000 Se trataba de un solo individuo, ocurrió siendo las 19 horas, y en la vivienda habita un matrimonio de unos 80 años», afirmó.
El Jefe de la Agrupación agregó que existe una investigación en trámite, con el objeto de dar con el delincuente. Asimismo, recordó una recomendación: «No debemos dejar ingresar a nuestros domicilios a persona alguna sobre la que no tengamos la absoluta seguridad de quién dice ser. Ante la duda, evitemos dejarlos ingresar, y a la menor sospecha demos aviso a la autoridad policial», expresó.
Fotografía: Imagen ilustrativa.