El parte de prensa distribuido pocas horas después de aquél día del jubiloso anuncio daba cuenta del mismo:
“ALDIC Emprendimientos Inmobiliarios presentó el pasado 14 de Diciembre un nuevo emprendimiento en la Ciudad de Casilda. Sumando al éxito de las urbanizaciones anteriores ALDIC Emprendimientos Inmobiliarios presentó: “Tierra de Sueños Casilda” Barrio Abierto Residencial, en el salón principal del Club Social Casilda, al mismo acudieron autoridades municipales, el Intendente Juan Carlos Bacalini, concejales, el staff de Aldic, medios locales de prensa y público en general. Dicho emprendimiento estará situado sobre Ruta 33 y Boulevard Italia de la Ciudad de Casilda. Su ubicación estratégica permite rápidos y dinámicos accesos en un entorno seguro e ideal para la familia, los proyectos y para disfrutar. Comprendido por 48 hectáreas, con más de 800 lotes (desde 300 hasta 650 m2 de superficie.), amplios espacios verdes para recreación, forestación, alumbrado público, calles ripiadas y avenidas con cordón cuneta. Privilegiando la calidad de vida, el Barrio contará con todos los servicios. Como valor agregado y atributo diferenciador de la empresa: Club House, Resto Bar, Piscina Cubierta Climatizada y un Complejo Deportivo con canchas de Tenis, Fútbol, Vestuarios y Gimnasio”.
En otras palabras, una verdadera maravilla.
Sin embargo, no fue necesario que pasara demasiado tiempo para poder comprobar que no todo era tal como parecía. Más allá de un inicio de tareas vertiginoso, como la llegada de columnas de alumbrado y las típicas palmeras que caracterizan los emprendimientos con ese nombre –que al poco tiempo de plantadas agonizaban sin haber recibido siquiera un mínimo cuidado-, todo se detuvo al poco tiempo.
En los primeros meses, muchas personas compraron lotes en el proyecto, habida cuenta de precios sensiblemente menores a los del mercado inmobiliario de la zona urbana, con la intervención de algunas inmobiliarias que intermediaron en las operaciones, y de las que luego sólo quedó una. Cabe consignar que las compras se realizaban con contratos de compraventa privados, prometiendo la escrituración formal para más adelante en el tiempo.
Sí se marcaron algunas calles, se hizo cordón cuneta y estabilizado –hoy por hoy devorados por el paso del tiempo y los pastizales- y se construyeron canchas de tenis y el llamado Club House, cuya única función ha sido hasta el momento ser espacio para algunos festejos privados.
Todos movimientos que al decir de un concejal local, en una expresión acertada y clara, “fueron obras que representaron una parodia de cumplimiento” de las otras obligaciones a las que la empresa se había obligado a realizar: llegada de los servicios al loteo (cloacas, aguas corrientes, gas natural) y un ordenador de tránsito en Ruta 33 y Boulevard Italia, entre otras.
Ante la larga detención de la obra, quienes compraron lotes comenzaron a inquietarse. Unos de los abogados intervinientes, el Dr. Pablo Campabadal, expresaba al ser consultado al respecto:
“Tengo clientes que firmaron contratos donde supuestamente iban a recibir la posesión en octubre de 2012. El emprendimiento inmobiliario, hoy en día, no cumple con los requisitos mínimos de infraestructura que se necesitan para vivir dignamente. Apenas se han realizado la delimitación de las manzanas, las calles de ripio y un tendido eléctrico precario, que ni siquiera se podría poner en funcionamiento. Pasaron siete años y no se hizo nada. Mandamos cartas documentos que ni fueron contestadas. Se jugó con mucha gente que compró de buena fe lotes donde ahora no pueden construir sus viviendas porque el lugar no cuenta con los servicios que le ofrecieron al realizar la operación inmobiliaria. Hay gente que adquirió terrenos y ya desistieron que construir algo ahí. El Juzgado de la 2ª Nominación a cargo del doctor Gerardo Marzi y está notificado de lo acontecido y pedirá inmediatas explicaciones a las empresas Tierra de Sueños y Aldic”.
Fue justamente el Juez Marzi quien pidió hace un mes y medio atrás, al Concejo Municipal de Casilda, toda Ordenanza y normativa que se refiera al tema “Tierras de Sueños”, evidentemente para abocarse a cuestiones de particulares que con representación letrada han llevado sus casos puntuales a la Justicia.
Cuando “Tierra de Sueños” fue presentado aquella tarde de diciembre de 2010, no existía en Casilda una Ordenanza referida exclusivamente al tema loteos (la que sí existe a partir del año pasado), lo que hacía necesario que el Concejo Municipal aprobara o no cada caso en particular. La autorización para este emprendimiento llegó de esta manera, con el llamativo dato que la misma su produjo después de la rimbombante presentación pública.
Consignemos también que luego en el tiempo, el Concejo a través de nuevas normativas, exigió a la Empresa el cumplimiento de las obligaciones asumidas. En el año 2015, se intentó a través de una Ordenanza que los lotes pudieran ser escriturados y la construcción de viviendas por parte de los compradores habilitadas, con un seguro de caución para el caso la Empresa no cumpliera con las obligaciones asumidas y nunca cumplidas. Esa Ordenanza recibió el veto del entonces Intendente Bacalini, dada la posibilidad que el cauce de la situación siguiera pasando por el no cumplimiento y esas obligaciones recayeran en el Estado Municipal. Vuelta que fue la norma al Concejo, se ratificó la serie de deberes para que se cumplan y así poder satisfacer a los compradores de los lotes, tal como corresponde.
Hasta que, atento al insistente y lógico reclamo de muchos propietarios, el Concejo instó en junio de 2016 a los responsables de “Tierra de Sueños” el cese de la venta de lotes a particulares hasta tanto se cumplimente con los servicios requeridos en tiempo y forma de acuerdo a lo establecido en los normas vigentes.
La desazón de los compradores es lógica y se relaciona con una serie de circunstancias. En primer lugar, se sienten engañados en su buena fe. Compraron con la esperanza de poder tener su casa, en un proyecto que les prometía determinadas cosas, y esa ilusión se fue desvaneciendo con el tiempo. Además, la mayoría de ellos no ha podido escriturar formalmente los lotes adquiridos, teniendo únicamente un contrato privado de compraventa (hay pocas excepciones de personas que sí tienen su escritura, ya que les era requerida para poder presentarse en el Plan Pro.Crear.). Y también, más allá del instrumento de compra que tengan en sus manos, la imposibilidad de construir, habida cuenta de todo lo ocurrido.
En el último tiempo, parece haber surgido una opción. Algunos propietarios que invirtieron en el loteo y que venían pidiendo al poder político local los auxiliara ante la situación que los aqueja, conformaron un fideicomiso, que llevaría el nombre de “Amaneceres de Casilda”, para por fin poder concretar las obras exigidas y poder por fin avanzar en el paralizado proyecto.
En este sentido, el fideicomiso en cuestión hizo una presentación ante la E.P.E. con el fin de lograr el tendido de líneas de media tensión (en los últimos días puede verse en la zona la realización de trabajos en este sentido, y la presencia de grandes estructuras de cemento para tal fin), como así también ante la Empresa “Aguas Santafesinas”, habida cuenta de la necesidad de la ampliación de la Planta receptora de líquidos cloacales.
Lo que aviva la esperanza de las autoridades políticas locales, sean del Ejecutivo o del Concejo, es que en esta oportunidad no se trata sólo de palabras, sino de acciones e incluso de inversiones que el fideicomiso ha llevado a cabo para darle un envión al proyecto dormido. Se habrían realizados los pagos pertinentes ante la E.P.E., la Empresa «AGUAS SANTAFESINAS» y también saldado el canon municipal.
Con respecto al gas natural, se presenta aquí el inconveniente de la dificultad existente de realizar nuevas conexiones (padecido por numerosos usuarios de la misma zona urbana).
Sí es indispensable un ordenador de tránsito en la esquina del emprendimiento: así es exigido por Vialidad Nacional, y guarda la lógica de, si el proyecto se reaviva y se concreta, en el lugar llegarán vivirán 800 familias, circulando con sus vehículos de manera permanente entre el predio y la Ciudad, mucho más en horarios pico (como entrada y salida de lugares de trabajo y de establecimientos escolares de los niños), y atendiendo además que esa intersección está conformada por la Ruta Nacional 33. Según se nos informa, este punto del ordenador se está tramitando por parte del fideicomiso mencionado, con la actuación de un profesional ingeniero de nuestra Ciudad.
Aquel anuncio de hace 7 años del arribo de una tierra prometida quedó desvanecido en el tiempo, y con ello, trajo aparejado el desvanecimiento de las ilusiones de muchos que aceptaron el convite y haciendo su inversión compraron parcelas para poder llevar adelante un propio proyecto personal y familiar en sus vidas.
Hasta ahora, la tierra de los sueños se convirtió en tierra de incumplimientos, mentiras y soledades. Es tiempo de redimirla.
Por GUILLERMO MONCLÚS.