La aceptación es la capacidad de poder asumir que todas las cosas que suceden en la vida pertenecen a un plan mayor. La vida a menudo nos trae situaciones que no comprendemos, a veces nos podemos saber el porqué de una determinada situación, pero en realidad si no miramos más allá de la emoción que nos causa, no lograremos ver el plan al que responde. La aceptación es el valor que nos ayuda a comprender que todo en la vida sucede porque hay un plan divino que está detrás de cada una de las situaciones que todos los seres comparten, a veces algunas situaciones son más traumáticas que otras, pero si miramos el aprendizaje, en realidad siempre veremos que detrás de todo hay un gran aprendizaje. La aceptación consiste en conectar con ese aprendizaje, ver las cosas y aprender de lo que me está sucediendo, en aceptar desde el amor esa lección sin conformarme con la vida desde la rabia.
La aceptación es el valor que disuelve toda lucha interna y nos ayuda a avanzar por el hermoso camino de la vida a través del conocimiento y de los aprendizajes que vamos adquiriendo. Es un valor que implica otras muchas cualidades y por ello cuando algo nos causa algún tipo de molestia debemos parar y meditar en silencio sobre el aprendizaje que hay detrás de esa molestia, si conseguimos conectar con el aprendizaje podremos aceptar gratamente la situación que la vida nos está brindando en ese momento.
Aceptación no es resignación, pues esta última implica que nada se puede hacer y entonces caemos en la inercia de la inacción, la limitación y la impotencia.
¿Cómo trabajar la aceptación en tu día a día?
Podemos trabajar la aceptación identificando en primer lugar todas aquellas situaciones que nos provocan algún tipo de rechazo o enfado, una vez las tenemos identificadas hay que buscar desde la perspectiva positiva las enseñanzas que esas situaciones están provocando en mí. Cuando he identificado las enseñanzas que provocan me puedo centrar y potenciar en esas enseñanzas, a continuación vamos a ver un ejemplo:
En mi trabajo mi jefe o algún compañero me hacen la vida imposible, siempre están de mal humor y tengo que aguantar sus impertinencias. Además de eso constantemente hacen que me sienta inferior y parece que le gusta realzarse en el cargo que tienen, es como si su felicidad dependiese de provocar malestar en los demás.
Esta situación pone de manifiesto que hay alguien que está por encima de nosotros en lo referente al ámbito laboral, eso hace que me sienta inferior y además se realzan tratando mal a los demás. ¿Qué lección de vida me está enseñando esto?
La vida en este caso nos enseña que siempre tendremos a alguien para sacarnos del estado de confort en el que nos sentimos bien, la paciencia y la autoestima es lo que tenemos que trabajar para poder aceptar con total normalidad esta situación de vida. Una persona que se realza tratando mal a los demás es un indicativo de que es infeliz, si aprendo a que el trato hacia mí de los que son infelices no baje mi autoestima podré contagiarles con mi felicidad y mi buen carácter, ellos probablemente actúan de ese modo debido a su infelicidad y su mal genio o su malestar. En cualquier caso la vida me brinda la posibilidad de trabajar mi autoestima, mi paciencia y sobre todo mi bondad. Si conseguimos ante una situación de tal magnitud permanecer en la vibración de la Paz interior, el Primer tesoro personal que descubre el Nuevo Humano, entonces habremos aprendido la lección que la vida nos trae a nuestro camino y podremos vivir en la felicidad contagiando a todo nuestro entorno con nuestra hermosa vibración.
Meditación de la aceptación
Nos colocamos en una posición cómoda con la espalda recta, cerramos los ojos y tomamos tres respiraciones profundas. Esperamos unos 15 segundos antes de comenzar.
La aceptación es un valor que nos acercan a la esencia del alma, implica la integración de la serenidad, de la calma y sobre todo de la paciencia. Saber cuándo debemos ser pacientes y cuándo debemos estar en calma es importante para que la aceptación no se convierta en conformismo, la gran diferencia entre el conformismo y la aceptación es que el conformismo provoca en nuestro interior una resignación y rabia, mientras que la aceptación disuelve toda rabia de nuestro interior y la transforma en amor hacia lo que la vida me trae, agradeciendo incluso la lección que nos brinda la oportunidad de hacer un crecimiento interior. Esperar 10 segundos.
Si nos planteamos por un momento ¿cuál es el fin de la vida? Quizás nos resulte complicado encontrar una sola respuesta para una pregunta de tal magnitud, pero ciertamente podemos llegar a comprender que en la vida constantemente estamos aprendiendo y la aceptación nos ayuda a la disolución de toda rabia y de toda resistencia. Necesitamos de muchos valores para poder alcanzar un estado de serenidad y de confort, la aceptación permite disolver toda lucha e integrar las lecciones de la vida sin resistencia, aunque probablemente no alcancemos a entender el fin de la vida podremos comprender que vivir una vida desde la armonía y la paz interior nos ayudara a ser mucho más felices y la aceptación es uno de los valores que nos aportará esa paz interior.
Ahora durante unos instantes visualiza una gran esfera de color dorado que rodea todo tu cuerpo, esta esfera te ayuda a conectar con todas las acciones que han sucedido en tu vida. Deja por unos instantes que la esfera te ayude a recordar cuáles son las situaciones que no has aceptado, que has luchado internamente y que esto ha generado conflicto. Esperar 20 segundos.
Ahora permite que la esfera te ayude a recordar las situaciones de vida en las que has aceptado y la rabia se ha disuelto, de esta forma has podido integrar la lección de vida que te venía en ese momento. Esperar 20 segundos.
Para finalizar con esta meditación vamos a poner la intención de vivir la vida desde la felicidad, con armonía, caminando hacia la paz interior e irradiando esa paz al exterior, viviendo de ese modo una vida más plena. Cada vez que la vida traiga a tu camino una situación que te provoca enojo, bronca puedes poner la intención de conectar con la aceptación y de este modo disolverla integrando la lección que esa situación te trae. El corazón tiene que quedar limpio de esas emociones ya que nuestro corazón si puede olvidar pero nuestro cerebro no. Sabrás si haz limpiado tu corazón cuando al pensar en tu mente una situación que te enojaba en él sólo late TU PAZ INTERIOR.
Por MIGUEL ANGEL PIGOZZI