OTRO VIOLENTO HECHO CON MOTOCHORROS EN LA VÍA PÚBLICA

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Sabemos lo reiterado de los hechos de inseguridad que se padecen en la Ciudad. La modalidad de robos y arrebatos en la vía pública protagonizados por vecinos que son víctimas de «motochorros» es cada vez más frecuentes.

Esta vez, quien la pasó mal es Yanina Bulgheroni, por todos conocida, artista de nuestra Ciudad con un gran presente a nivel nacional a partir de su participación en el multipremiado espectáculo «Bien Argentino». Pero cuando no forma parte de las giras o las actuaciones, Yanina es una vecina más de Casilda, que como todos transita sus calles, viviéndola en su cotidianeidad.

En la tarde de ayer, siendo aproximadamente las 17.45, ella se trasladaba en bicicleta, dirigiéndose hacia su casa,  y a pocas cuadras de allí, en la esquina de Primero de Mayo y Brigadier López, una moto con dos hombres la siguió, se pusieron a su lado con intenciones de robar su mochila, y ante los gritos de la joven, la empujaron, haciéndola caer y provocándole una lesión en la cadera, entre otros golpes, que la hicieron dirigirse al Hospital «San Carlos» donde fue atendida.

La misma Yanina lo relataba de esta manera, con la voz quebrada en varios momentos, en una nota radial en la que, a diferencia de muchas otras, el tema no fue su presente artístico ni su pasión por la música, sino esta traumática experiencia que le tocó vivir:

«Hace unos años me ocurrió que me robaron la cartera, aquella vez no me pasó nada a mí, pero esta vez fue distinto. Me pareció oportuno contar lo que me ocurrió, no sé si sirve, pero con la intención que nos cuidemos entre nosotros, aunque ya no sé muy bien cómo podemos hacer para cuidarnos. Quienes me conocen saben que ando mucho en bicicleta, iba para mi casa por Primero de Mayo, y cuando llego a Brigadier López aminoro la marcha para cruzar, y en la esquina una moto se me pone al lado, primero pensé podían ser personas conocidas, pero cuando lo miré me di cuenta que no, que tenían intenciones de robarme, me quedé esperando el tirón robándome la mochila, tenía ese recuerdo de aquella vez que me robaron la cartera, pero no ocurrió, empecé a gritar, me puse muy nerviosa, hasta les ofrecí mi celular, y en ese momento, no sé si se asustaron por mis gritos o porque a esa altura había llegado gente al lugar, me empujaron, me caí y golpeé con la cadera en el cordón de la vereda».

«Pensé volverían a llevarse la mochila o el celular, que quedaron en el piso, pero no volvieron, se fueron. Alcancé a verlos, uno era corpulento, llevaba el casco mal colocado, y el otro era menudo, pelo lacio, sin casco. Cuando me levanté ví me salía sangre de la cadera a chorros, tenía un corte profundo, y un muchacho que había llegado me dijo ´no estás bien, te acompaño al Hospital´, y justo pasaron por el lugar familiares, que me acompañaron. Me suturaron la herida con tres puntos, me limpiaron otras heridas que después ví tenía, me hicieron un inyectable, en ese momento no me dolía nada, pero hoy me duele todo el cuerpo, y estoy llena de machucones».

«Ahora tengo que hacer reposo, ir a curarme todos los días, y en una semana me quitan los puntos… Estoy con antibióticos, pero además, queda una sensación horrible, con miedo, uno se siente acobardado, y preguntándote cómo hacemos, para salir, para llevar una cartera, una mochila o un celular, no es posible transitar siempre acompañados… Es un desconsuelo total».

Tuvo además palabras de agradecimiento y valoración para el personal médico y auxiliares del Hospital «San Carlos», quienes la atendieron, según sus propias palabras, «maravillosamente, con rapidez, profesionalismo e incluso me contuvieron, yo no dejaba de llorar».

Lo de Yanina es lo mismo que le ha pasado ya a muchas personas, especialmente mujeres, en nuestra Ciudad, que al igual que ella experimentaron ese gusto amargo de la impotencia, y de vivir con miedo. Ella aún no ha hecho la denuncia policial -atención médica, curaciones y conmoción mediantes- , denuncia que realizará en las próximas horas.

En la radio, cuando Yanina hablaba al aire con Federico Bartomioli, nuestro operador, Joel Grasseti, ,expresaba en voz alta un pensamiento íntimo:

«En la nota anterior, cuando hablaron de la donación de órganos, puse el tema ´Vengo a ofrecer mi corazón», de Fito; escuchando esta nota con Yanina, tendría que poner ´Ciudad de pobres corazones´…»

Razón no le faltaba a Joel… En los tiempos que corren, todos somos vulnerables y estamos a merced de quienes evidentemente poco respeto tienen hacia la integridad, la tranquilidad y la vida de los otros.

(Fotografía de Tapa: Imagen ilustrativa)

Por GUILLERMO MONCLÚS