El 17 de agosto no es cualquier fecha para los sanmartinianos. Es una fecha especial. Recordamos con orgullo al Padre de la Patria, un pr\u00f3cer con todas las letras. El Libertador de tres pa\u00edses americanos. Alguien como cualquiera de nosotros, que dio todo por su patria mirando hacia el futuro.<\/p>\n
Sus \u00faltimos a\u00f1os fueron melanc\u00f3licos. Se encontraba con 72 a\u00f1os en el norte de Francia, en Boulogne-sur-Mer, un puerto pesquero. All\u00ed vivi\u00f3 poco tiempo.<\/p>\n
\u00abEl doctor Adolphe G\u00e9rard, m\u00e9dico de Boulogne, le alquil\u00f3 a San Mart\u00edn el segundo piso de su casa, ubicada en el 105 de la Grande Rue (actualmente 113). G\u00e9rard describ\u00eda al General de la siguiente manera: \u201cun anciano muy gentil, alto, que ni la edad, ni las preocupaciones, ni los dolores f\u00edsicos hab\u00edan podido doblegar. Sus rasgos eran expresivos y simp\u00e1ticos, su mirada penetrante y alerta, sus modales amables y era muy instruido. Hablaba corrientemente el franc\u00e9s, el ingl\u00e9s, el italiano y, por supuesto, el castellano; hab\u00eda le\u00eddo todo lo que pod\u00eda leerse. Su conversaci\u00f3n, f\u00e1cilmente jovial, era una de las m\u00e1s atractivas que pod\u00eda escucharse. Su bondad no ten\u00eda l\u00edmites\u2026\u201d.<\/p>\n
El 17 de agosto de 1850 a las tres de la tarde, el gestor de la Independencia de Argentina, Chile y Per\u00fa falleci\u00f3 a los 72 a\u00f1os en compa\u00f1\u00eda de su hija Mercedes y de su yerno.<\/p>\n
Compartimos un fragmento del libro de Bartolom\u00e9 Mitre \u00abHistoria de San Mart\u00edn y de la emancipaci\u00f3n Sudamericana\u00bb:<\/p>\n
\u00abLos hombres de acci\u00f3n o de pensamiento que, como San Mart\u00edn, realizan grandes cosas son almas apasionadas que elevan sus pasiones a la potencia del genio y las convierten en fuerzas para obrar sobre los acontecimientos, dirigirlos o servirlos. Ellos marcan las pulsaciones intensas de una \u00e9poca, de las que se deduce una ley positiva, reveladora de las leyes morales en actividad, y de percusi\u00f3n de las ideas circulantes en la corriente humana. Manifestaciones de una vida m\u00faltiple\u00a0y de una potencia individual, condensadores o generadores del movimiento fecundo, obran sobre su tiempo como una acci\u00f3n eficiente o se lanzan en las corrientes permanentes, y de este modo su influencia se prolonga en los venideros como hecho durable o como pensamiento trascendental.<\/em><\/p>\n As\u00ed como cada pueblo tiene un rasgo principal, del que todos los dem\u00e1s se derivan, y como las partes componentes del pensamiento se deducen de una cualidad original, as\u00ed tambi\u00e9n en los hombres que condensan las pasiones activas de su \u00e9poca, todos sus rasgos y cualidades se derivan y deducen de un sentimiento fundamental, motor de todas sus acciones. En San Mart\u00edn, el rasgo primordial, el sentimiento generador de que se derivan y deducen las cualidades que constituyen su ser moral, es el genio del desinter\u00e9s, de que es la m\u00e1s alta expresi\u00f3n en la revoluci\u00f3n sudamericana, ya sea que medite en su limitada esfera intelectual; luche, destruya, edifique, seg\u00fan sus alcances; mande, obedezca, abdique y se condene al eterno silencio y al eterno ostracismo. San Mart\u00edn concibi\u00f3 grandes planes pol\u00edticos y militares, que al principio parecieron una locura y luego se convirtieron en conciencia que \u00e9l convirti\u00f3 en hecho. Tuvo la primera intuici\u00f3n del camino de la victoria continental, no para satisfacer designios personales, sino para multiplicar la fuerza humana con el menor esfuerzo posible. Organiz\u00f3 ej\u00e9rcitos poderosos, que pesaron con sus bayonetas en las balanzas del destino, no a la sombra de la bandera pretoriana, ni del pend\u00f3n personal, sino bajo las austeras leyes de la disciplina, inculc\u00e1ndoles una pasi\u00f3n que los dot\u00f3 de un alma. Tuvo el instinto de moderaci\u00f3n y del desinter\u00e9s, y antepuso siempre el bien p\u00fablico al inter\u00e9s personal. Fund\u00f3 rep\u00fablicas, no como pedestal de su engrandecimiento, sino para que vivieran y se perpetuaran por s\u00ed, seg\u00fan su genialidad libre. Mand\u00f3, no por ambici\u00f3n, y solamente mientras consider\u00f3 que el poder era un instrumento \u00fatil para la tarea que el destino le hab\u00eda impuesto. Fue conquistador y libertador, sin fatigar a los pueblos por \u00e9l redimidos de la esclavitud, con su ambici\u00f3n o su orgullo. Abdic\u00f3 conscientemente el mando supremo en medio de la plenitud de su gloria, si no de su poder, sin debilidad, sin cansancio y sin enojo, cuando comprendi\u00f3 que su tarea hab\u00eda terminado, y que otro pod\u00eda continuarla con m\u00e1s provecho para la Am\u00e9rica. Se conden\u00f3 deliberadamente al ostracismo y al silencio, no por ego\u00edsmo ni cobard\u00eda, sino en homenaje a sus principios morales y en holocausto a su causa. S\u00f3lo dos veces habl\u00f3 de s\u00ed mismo en la vida, y fue pensando en los dem\u00e1s. Pas\u00f3 sus \u00faltimos a\u00f1os en la soledad con estoica resignaci\u00f3n, y muri\u00f3 sin quejas cobardes en los labios, sin odios amargos en el coraz\u00f3n, viendo triunfante su obra y deprimida su gloria. Salvador de la independencia de su patria en momentos en que la Rep\u00fablica Argentina vacilaba sobre sus cimientos, fund\u00f3 dos rep\u00fablicas m\u00e1s, y cooper\u00f3 directamente a la emancipaci\u00f3n de la Am\u00e9rica del Sur. Es el primer capit\u00e1n del Nuevo Mundo, y el \u00fanico que haya suministrado lecciones y ejemplos en la estrategia moderna en un terreno nuevo de guerra, con combinaciones originales inspiradas sobre el terreno, a trav\u00e9s de un vasto continente, marcando su itinerario militar con triunfos matem\u00e1ticos y con la creaci\u00f3n de nuevas naciones que le han sobrevivido.<\/em><\/p>\n El car\u00e1cter de San Mart\u00edn es uno de aquellos que se imponen a la historia. Su acci\u00f3n se prolonga en el tiempo y su influencia se transmite a su posteridad como hombre de acci\u00f3n consciente. El germen de una idea por \u00e9l incubada, que brota de las entra\u00f1as de la tierra nativa, se deposita en su alma, y es el campe\u00f3n de esa idea. Como general de la hegemon\u00eda argentina primero y de la chileno-argentina despu\u00e9s, es el heraldo de los principios fundamentales que han dado su constituci\u00f3n internacional a la Am\u00e9rica, cohesi\u00f3n a sus partes componentes y equilibrio a sus Estados independientes. Con todas sus deficiencias intelectuales y sus errores pol\u00edticos, con su genio limitado y meramente concreto, con su escuela militar m\u00e1s met\u00f3dica que inspirada, y a pesar de sus desfallecimientos en el curso de su trabajada vida, es el hombre de acci\u00f3n deliberada y trascendental m\u00e1s bien equilibrada que haya producido la revoluci\u00f3n sudamericana. Fiel a la m\u00e1xima que regl\u00f3 su vida: \u201cFue lo que deb\u00eda ser\u201d y antes que ser lo que no deb\u00eda, prefiri\u00f3 \u201cno ser nada\u201d. Por eso vivir\u00e1 en la inmortalidad.<\/em><\/p>\n \u00a0<\/em><\/p>\n <\/p>\n Por la ASOCIACI\u00d3N CULTURAL SANMARTINIANA.<\/strong><\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Compartimos un texto de la ASOCIACI\u00d3N CULTURAL SANMARTINIANA DE CASILDA,en un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad del Padre de la Patria.<\/p>\n","protected":false},"author":31,"featured_media":10481,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_exactmetrics_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0},"categories":[600],"tags":[],"yoast_head":"\n
\nSeg\u00fan este criterio y esta s\u00edntesis puede formularse su juicio p\u00f3stumo, sin exagerar su severa figura hist\u00f3rica, reducida a sus proporciones naturales, ni dar a su genio concreto, de concepciones limitadas, un car\u00e1cter m\u00edstico, al reconocer que pocas veces la intervenci\u00f3n de un hombre fue m\u00e1s decisiva que la suya en los destinos de un pueblo, explicando a la vez la aparente contradicci\u00f3n y fluctuaci\u00f3n de sus ideas y principios guiadores en medio de la lucha, por la inflexible l\u00f3gica del hombre de acci\u00f3n en presencia\u00a0 del pasado y del presente, bajo la luz en que le vieron los contempor\u00e1neos y lo contemplar\u00e1n los venideros. Como lo hemos dicho ya, la grandeza de los que alcanzan la inmortalidad no se mide tanto por la magnitud de su figura ni la potencia de sus facultades cuanto por la acci\u00f3n que su memoria ejerce sobre la conciencia humana, haci\u00e9ndola vibrar de generaci\u00f3n en generaci\u00f3n en nombre de una pasi\u00f3n, de una idea, de un resultado o de un sentimiento trascendental. La de San Mart\u00edn pertenece a este n\u00famero. Es una acci\u00f3n y un resultado que se dilata en la vida y en la conciencia colectiva, m\u00e1s por virtud intr\u00ednseca que por cualidades inherentes al hombre que las simboliza; m\u00e1s por la fuerza de las cosas que por la potencia del genio individual.<\/em><\/p>\n