Una inc\u00f3gnita a la cual para muchos no hay ni siquiera una simple y rudimentaria respuesta.<\/p>\n
Tras 24 a\u00f1os de practicar la disciplina de la meditaci\u00f3n tampoco me considero lo suficientemente apto para dar una respuesta cabal a tama\u00f1a pregunta.<\/p>\n
Pero como tal interrogante se nos presenta cada vez m\u00e1s frente a nosotros voy a compartir una serie de reflexiones sobre el tema de quien es uno de los m\u00e1s reconocidos referentes en Meditaci\u00f3n: OSHO\u2026<\/p>\n
En su libro \u00bfQU\u00c9 ES LA MEDITACI\u00d3N?,\u00a0 Osho expresa lo siguiente:<\/p>\n
\u201cEn el pasado, evidentemente, el mundo era muy diferente. Unas seis semanas de est\u00edmulos sensoriales de hace seiscientos a\u00f1os equivalen a la cantidad que hoy nos llega en un solo d\u00eda. Recibir en un solo d\u00eda seis sema\u00adnas de est\u00edmulos e informaci\u00f3n impli\u00adca una presi\u00f3n para aprender y adap\u00adtarse cuarenta veces m\u00e1s grande. El hombre moderno debe tener una ca\u00adpacidad de aprendizaje mayor de la que haya tenido nunca, pues ahora hay m\u00e1s para aprender. El hombre moderno tiene que capacitarse para adaptarse a situaciones nuevas todos los d\u00edas, debido a lo r\u00e1pido que cam\u00adbia el mundo. Es un gran desaf\u00edo. Un gran desaf\u00edo, si es aceptado, contribuye en gran medida al desarro\u00adllo de la conciencia. Uno puede decir que el hombre moderno se vuelve completamente neur\u00f3tico o que la gran presi\u00f3n lo transforma, de acuer\u00addo con el punto de vista que uno asu\u00adma. Una cosa es segura: no hay forma de volver atr\u00e1s. La estimulaci\u00f3n sen\u00adsorial continuar\u00e1 aumentando m\u00e1s y m\u00e1s. Recibiremos m\u00e1s y m\u00e1s infor\u00admaci\u00f3n, y la vida seguir\u00e1 cambiando a ritmos m\u00e1s y m\u00e1s veloces. Y tendre\u00admos que poder aprender, adaptarnos a cosas nuevas.<\/p>\n
En el pasado, el hombre viv\u00eda en un mundo pr\u00e1cticamente est\u00e1tico. To\u00addo estaba inm\u00f3vil. Cada uno deb\u00eda dejar el mundo tal como su padre se lo hab\u00eda dejado a uno, sin modificarlo en absoluto. Como nada cambiaba, no era necesario aprender demasiado. Era suficiente con aprender un poco, entonces quedaban espacios en la mente de cada uno, espacios vac\u00edos, que ayudaban a la gente a mantener la cordura.<\/p>\n
Ahora, ya no hay espacios vac\u00edos, salvo que uno los cree en forma deli\u00adberada.<\/p>\n
Hoy, la meditaci\u00f3n es m\u00e1s necesa\u00adria que nunca. La meditaci\u00f3n es tan necesaria que es casi una cuesti\u00f3n de vida o muerte. En el pasado, era un lujo: poca gente (un Buda, un Maha\u00advira, un Krishna) se interesaba en ella. Otras personas eran naturalmente ca\u00adlladas, o naturalmente felices, sanas. No necesitaban pensar en la medita\u00adci\u00f3n; de alguna manera inconsciente, estaban meditando. La vida se mov\u00eda tan silenciosa y lentamente que hasta los m\u00e1s est\u00fapidos pod\u00edan adaptarse a ella. Ahora, el cambio es tan tremen\u00addamente r\u00e1pido, tiene una velocidad tal, que hasta los m\u00e1s inteligentes se sienten incapaces de adaptarse a \u00e9l. Cada d\u00eda, la vida es diferente, y tene\u00admos que volver a aprender. Hay que aprender y volver a aprender una y otra vez. Ahora, no se puede dejar de aprender; el proceso de aprendizaje dura toda la vida. Hasta el momento mismo de morir, hay que seguir aprendiendo, pues es la \u00fanica forma de mantener la cordura, evitando la neurosis. Y la presi\u00f3n es grande: cua\u00adrenta veces m\u00e1s grande.<\/p>\n
\u00bfC\u00f3mo aflojar esta presi\u00f3n? Es ne\u00adcesario entrar deliberadamente en momentos de meditaci\u00f3n. Si una per\u00adsona no medita al menos una hora por d\u00eda, su neurosis no ser\u00e1 accidental, si\u00adno generada por ella misma.<\/p>\n
Durante una hora, quien practique la meditaci\u00f3n debe desaparecer del mundo y meterse en su propio ser. Durante una hora, debe estar tan ais\u00adlado que nada llegue a \u00e9l: ni un re\u00adcuerdo, ni un pensamiento, ni una fantas\u00eda. Durante una hora, no debe haber contenido alguno en su con\u00adciencia. Esto lo rejuvenecer\u00e1 y lo re\u00adfrescar\u00e1, liberar\u00e1 nuevas fuentes de energ\u00eda en su interior; y el hombre volver\u00e1 a estar en el mundo, m\u00e1s ju\u00advenil, m\u00e1s fresco, con mayor capaci\u00addad de aprendizaje, con m\u00e1s asombro en sus ojos y con m\u00e1s respeto en su interior. Nuevamente ni\u00f1o\u00bb.<\/p>\n
Osho, El secreto de los secretos.<\/em><\/p>\n Por MIGUEL ANGEL PIGOZZI\u00a0 \/\u00a0 angelmiguel@yahoo.com.ar<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":" Una inc\u00f3gnita a la cual para muchos no hay ni siquiera una simple y rudimentaria respuesta. Tras 24 a\u00f1os de practicar la disciplina de la meditaci\u00f3n tampoco me considero lo suficientemente apto para dar una respuesta cabal a tama\u00f1a pregunta. Pero como tal interrogante se nos presenta cada vez m\u00e1s frente a nosotros voy a […]<\/p>\n","protected":false},"author":16,"featured_media":10990,"comment_status":"closed","ping_status":"closed","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":{"_exactmetrics_skip_tracking":false,"_exactmetrics_sitenote_active":false,"_exactmetrics_sitenote_note":"","_exactmetrics_sitenote_category":0},"categories":[21,57],"tags":[],"yoast_head":"\n