Pablo Marisi llegó a República Dominicana casi sin saber que iba a ser historia por tres años consecutivos. En primera instancia fue campeón de la Liga Dominicana de Fútbol con Atlántico, un año más tarde se coronó con Cibao y en esta oportunidad el título se lo adueñó con Atlético Pantoja.
Luego de dos temporadas en equipos costeros, el delantero de corazón color Aprendices, se decidió por emigrar hacia Santo Domingo, donde hace base el club que lo albergó. Lo llamativo es que su rival en esta final fue un club que a él lo vio campeón: Cibao.
El trámite durante los noventa minutos no alcanzó para definir los laureles ya que empataron 1 a 1 y es por eso que fueron a alargue donde tampoco le pusieron punto final. Es por eso que por penales, Marisi junto a los suyos logró posicionarse nuevamente en lo más alto. En diálogo con Una Buena Tarde, programa de Radio Casilda, Pablo explicó: «Tuvimos un Apertura muy bueno donde fuimos campeones y en el Clausura no llegamos a clasificarnos. Cambiamos el entrenador y el equipo se mentalizó para esta final».
Además comentó que «fue todo un poco épico, el partido de la ida se nos escapó, tuvimos la posibilidad de que el fútbol nos de una revancha más y que lo podíamos ganar, a pesar de que era un rival que se hace muy fuerte en su cancha». Dado que la segunda final se vivió en casa propia del Cibao donde Pantoja llegó oficiando como visitante.
«Atlético Pantoja tiene la bandera de Argentina en la camiseta, es un club fundado por algunos argentinos a través de una empresa y de ahí surgió la pasión futbolera de este equipo», añadió el entrevistado. La pasión, el fútbol, la dedicación y el compromiso son parte de los elementos que se fusionaron para que este joven jugador pueda triunfar como lo está haciendo.
